viernes, 17 de agosto de 2012

LA IMPORTANCIA DE LA LECHE MATERNA..

HACIA LA GNOSIS


Por estos tiempos, está acaeciendo algo terrible; queremos referirnos a la crianza de los niños. Ya muchas madres no quieren darle el pecho a sus hijos, y el resultado es que la raza se está levantando débil, hecho que debemos ver lo que significa. La leche materna está relacionada con la Glándula Timo; es obvio que también, por Ley de Relaciones, la leche materna está íntimamente preparada para el niño que viene al nacimiento. 

         
Desafortunadamente, ya no quieren las madres darle el pecho a sus hijos; esa leche materna, tan vital para el crecimiento de las criaturas, cuando se le niega al niño produce efectos desastrosos: se levanta débil, enfermo y falto de inteligencia. 

En los tiempos antiguos, las madres daban el pecho a sus hijos con toda naturalidad; era normal que  en los tiempos antiguos, esos hombres levantaran una espada pesadísima, para sostenerla durante horas enteras en el campo de batalla. Hay espadas romanas que, hoy en día, no levantaría un hombre solo; se necesitan dos, o tres, o cuatro hombres para levantarla, y sin embargo, uno solo la esgrimía en los campos de batalla. 

La raza se ha debilitado por todas esas costumbres, y la peor de todas es esa: negarle la leche materna a un niño. En nombre de la verdad decimos que esto nos parece terrible, monstruoso; los hombres antiguos eran muy fuertes porque sus madres no les negaban el pecho.
         
Así que, en realidad de verdad, nuestra raza marcha ahora por un camino involutivo, descendente; se multiplican las enfermedades en gran manera, y eso es espantoso; no se posee, desde la niñez, una verdadera fortaleza; ahora solamente se les da a las criaturas, agua-leche y eso es todo; y eso, reglamentada cada tres horas, aunque la criatura llore amargamente; no le vale el llanto, tiene que aguantarse tres horas; así se está “corrigiendo” a la naturaleza.
         
En los hogares verdaderamente Gnósticos sólo reina el amor y la sabiduría. Realmente la humanidad confunde el amor con el deseo, y el deseo con el amor. Sólo las grandes Almas pueden y saben amar. En el Edén los varones de perfección aman a las mujeres inefables. Para amar hay que Ser. Aquellos que encarnan su Alma, saben amar verdaderamente. El “Yo” no sabe amar. El “Yo”-demonio que hoy jura amor, es desplazado por otro “Yo”-demonio que no tiene ganas de querer. Ya sabemos que el “Yo” es plural. El “Yo” pluralizado, es realmente legión. Toda esa sucesión del “Yo” vive en batalla. Se dice que tenemos una mente. Los Gnósticos afirman que tenemos muchas mentes. Cada fantasma del “Yo” pluralizado tiene su mente. El “Yo” que besa y adora a su cónyuge amado es desplazado por otro “Yo” que lo odia. Para amar hay que Ser. La entidad humana todavía no es Ser. Quien no ha encarnado el Alma no es Ser. El ente humano todavía no tiene existencia real. Por la boca del ente habla legión de demonios. Demonios que juran amar, demonios que abandonan al ser adorado, demonios que odian, demonios de los celos, de la ira, del rencor, etc., etc. 

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