viernes, 30 de septiembre de 2011

VISITA A SAN AGUSTIN (1ª. PARTE), DEPARTAMENTO DEL HUILA, REPÚBLICA DE COLOMBIA, POR UN GRUPO DE ESTUDIOSOS DE LA ANTROPOLOGÍA GNÓSTICA DE LA ACEG

AGRADECIMIENTOS

Expresamos nuestros agradecimientos a nuestro guía profesional del Parque Arqueológico de San Agustín, Dr. Fabio Harbey Burbano, que con suma paciencia y dedicación nos condujo por esta “Universidad de Piedras”, y distintos museos públicos y privados…




Introito


San Agustín se encuentra ubicado a 1.700 metros sobre el nivel del mar (Departamento del Huila); su clima templado-frío, ofrece una agradable temperatura promedio de 18º C. Esta zona arqueológica está ubicada en las estribaciones orientales del Macizo Colombiano, en la región del Alto Magdalena. El territorio está enmarcado por ondulaciones montañosas y cañones profundos por donde corren ciertos ríos de medio caudal que son afluentes del Río Magdalena, río, éste, que se constituyó en la médula de muchos grupos autóctonos, gracias al simbolismo que representó para estas etnias.
   Los vestigios del Parque Arqueológico de San Agustín se encuentran dispersos en una amplia extensión del departamento, y los sitios principales entre otros son: La Piedra, El Batán, La Estrella, El Tablón, La Parada, El Cabuyal, Quebradillas, Ullumbre, Matanza, el Vegón, El Purutal, Quinchanalos, El Cerro de la Pelota, Altos de los Ídolos, Lavaderos, Las Guacas  
  El pasado mes de diciembre (año de 2010), y durante el mes de abril del presente año (2011), una parte del equipo de estudiosos de la Antropología Gnóstica, de la ACEGAPC. A. C., hizo una visita a este Parque Arqueológico; lo primero que impresionó a este conjunto de seres estudiosos, en cuanto a su estilo estatuario, es que ofrece en su profundidad artística un sentido gnóstico que escapa a la interpretación literal y que jamás tendrá un valor explicativo de índole intelectual materialista.
         El racionalismo de la Antropología Oficial que ha pretendido estudiar esta estatuaria, en vez de enriquecer el conocimiento sobre ésta, lo ha empobrecido, pues estos estudiosos desconocen absolutamente que estas esculturas se orientan a entregar una enseñanza del Ser Íntimo: es la Técnica Regia u Objetiva Gnóstica que transmite una serie de Ideas Solares portentosas, y mediante símbolos con profundidad psicológica, en silencio dicen mucho; bien saben los Divinos y los Hombres reales que “el silencio es la elocuencia de la sabiduría”. Gracias a los principios antropológicos gnósticos, el mencionado equipo, fue develando la significación oculta de cada una de estas estelas de la que ha sido considerada por muchos Adeptos Gnósticos, como uno de los libros que   
hacen parte de la Biblia del Arte Transmutatorio. Estas esculturas nos trasladan en un viaje asombroso por el universo inagotable de los Arquetipos Gnósticos Eternos, que son el origen primitivo de todas las religiones del pasado, que como dijera el discípulo de Freud, Carl G. Jung, “…Están depositados en el incon­sciente colectivo de la humanidad desde la noche de los tiempos, creando y determinando conductas sociales con tintes religiosos o místicos en los diferentes pueblos de nuestro mundo…”.
         Este grupo de estudiosos de la Antropología Gnóstica, lograron en su visita, sintetizar el alcance de estos arquetipos eternos gracias a la Gnosis milenaria que les ha servido de vehículo. Alcanzando a develarnos los prototipos simbólicos que encierran en su mutismo formidables verdades eternas, considerando que San Agustín, hace parte de la llave maestra del conocimiento trascendental diseminado por aquí, por allá y acullá, pero oculto al discurso subjetivo del “científico intelectual”.
         En el Arte Gnóstico de San Agustín hallamos una didáctica que señala la metamorfosis de la personalidad humana en el oro del Espíritu. El Arte Gnóstico manifiesta una realidad extraordinaria, pues encierra el discernimiento de la verdadera naturaleza de las cosas y, en tal sentido, nos puede orientar hacia la posibilidad de cambiar dichas naturalezas por otras de índole superior
Nadie, hoy en día, que se haya asomado a la ventana del Arte Real ignorará que el Centro Arqueológico de San Agustín es uno de los más exaltados centros culturales que se conocen en la historia de Indo América y en el cual, encontramos una simbiosis esplendorosa de la filosofía sempiterna del Ser, con la ciencia pura, o la Ciencia Crística, y la religión solar emanada de la Conciencia Objetiva del Ser; gracias a la Ciencia Gnóstica, el paciente lector podrá conocer muchos de los secretos o misterios esotéricos que indican que la estatuaria de San Agustín fue erigida por artífices que conocían las facultades trascendentales de la Conciencia, de aquí el motivo que ésta sea tan solemne.
         Para muchos, las estelas de San Agustín es algo que nuestras etnias Indo Americanas levantaron sórdidamente. Para el equipo de estudiosos de la Antropología Gnóstica, los artistas edificadores de estas grandes obras, nunca crearon formas sin sentido. Conocían estos hombres la “Ciencia Transmutatoria”, que es el “modus operandi” de convertir la entidad seminal en energía creadora dentro del “laboratorium” humano. Bien sabían que la religión es el proceso psicológico de religar o volver unir el alma con Dios, mediante la desintegración del Ego animal; que el Ser en sí mismo es la única existencia real, y que la mente lunar con todo su séquito de errores o pecados, es mera idolatría condenada a la “muerte segunda”; que la naturaleza tiene su parte espiritual y conocían sus diversas formas de manifestación..