miércoles, 15 de agosto de 2012

La clave soberana para utilizar las secreciones sexuales

===== PRÁCTICA INTELIGENTE ======


Uno de los obstáculos para entregar una auténtica Educación Sexual es el temor, y los tabúes o restricciones morales (¿o inmorales?) son unas manifestaciones de ese temor. Las personas que cargan tabúes sexuales se sienten y se consideran moralmente respetables y se ven abocadas en comunicar de forma equivocada lo extraordinariamente vital que es la sexualidad para el desarrollo armonioso tanto para la salud física y mental, como para el equilibrio anímico y espiritual de todo ser humano; este tipo de gente, muchas de ellas “sinceras equivocadas”, no se dan cuenta de la profunda significación de la sexualidad creadora. 

Están auto-encerradas dentro de las paredes de su “propia rectitud” y no ven más allá de ellas. Su moralidad de vitrina, basada en ideales y creencias religiosas, en dogmas inquebrantables, en artículos de fe ciega, no tiene nada que ver con la realidad sexual; y cuando se protegen con esa falsa moralidad, viven en el mundo de sus propias ilusiones. A pesar de su halagadora y auto impuesta moralidad, los hombres “respetables” también viven en confusión, miseria y conflicto interior.
         
Para entender la trascendencia que posee el sexo y su poderosa energía, debemos enfocarlo, desde el ángulo gnóstico, porque sin conocer los principios fundamentales de la Sexualidad según la Ciencia Gnóstica, no podríamos emanciparnos del sensualismo y sin esta liberación caeríamos en la trampa mortal de las sensaciones sexuales. Y las sensaciones sexuales han llegado a ser enormemente importantes para nosotros porque hemos puesto un énfasis arrollador en los valores sensuales.
         
El V.M. SAMAEL AUN WEOR, dice: “El esperma es sagrado, porque en el esperma está contenida nuestra propia personalidad… Si con el “Ens Seminis” podemos nosotros dar vida a un hijo, si con el “Ens Seminis” podemos reproducir la especie, si con el “Ens Seminis” podemos llenar de millones de seres humanos un mundo, es cierto y de toda verdad que con el “Ens Seminis”, es decir, con la entidad del semen, podemos darnos vida a sí mismos y convertirnos en verdaderos Superhombres, en el sentido más completo de la palabra.”
         
“Ahora bien, lo importante sería lograr la transmutación de la líbido sexual. Mediante la transmutación, logramos cerebrizar el semen y seminizar el cerebro. Se hace necesario seminizar el cerebro, señores, porque es muy sabido por los hombres de ciencia que no todas las áreas del cerebro, actualmente, están trabajando. Se sabe hoy en día, en Medicina, que sólo una mínima parte de nuestro cerebro, actualmente, está ejerciendo sus funciones.

Incuestionablemente, tenemos muchas áreas, muchas partes inactivas. Y si con el poquito de cerebro que está activo hemos logrado crear cohetes atómicos, que viajan a la Luna, hemos logrado crear la bomba atómica, con la que se destruyeron ciudades como Hiroshima y Nagasaki, hemos conseguido nosotros aviones supersónicos que viajan a una velocidad extraordinaria, ¿qué tal si nosotros regeneráramos el cerebro, si pusiéramos en actividad todas las partes del cerebro, si la totalidad de la masa encefálica trabajara? Entonces podríamos trasformar este mundo, cambiarlo, hacerlo maravilloso. Pero hay que regenerarlo, hay que seminizarlo: cerebrizar el semen y seminizar el cerebro. He allí la clave. ¿Es posible seminizar el cerebro?”
         
“Los grandes músicos de antaño: un Beethoven, por ejemplo, un Chopin o un Liszt, fueron hombres que tuvieron el cerebro muy seminizado, hombres que dieron a su cerebro capacidades extraordinarias, que utilizaron el mayor porcentaje de las áreas cerebrales. Sin embargo, la cosa hoy en día es muy diferente: el cerebro humano se ha degenerado demasiado y no nos damos cuenta de ello. Si estamos en medio de una pachanga, contentos, si estamos de acuerdo con la "última onda", si estamos en pleno "Rock and Roll" y de pronto alguien quita el disco y pone la Novena Sinfonía de Beethoven, ¿cómo se sentirían ustedes? Estamos seguros que ustedes no continuarían con la pachanga. ¿Qué harían ustedes? Claro, ustedes no irían a insultar al señor de la casa naturalmente, no; pero muy decentemente se retirarían, ¿verdad? ¿Por qué?”
         
“…Cuando el cerebro no se había degenerado tanto como ahora, la cosa era distinta: se bailaba puro Vals, al compás de la música clásica; en plena comida estaban los músicos, haciendo vibrar las más deliciosas sinfonías; de moda estaban Mozart, Beethoven, Chopin, Liszt. …Si ahora nos salen con una música de esas, sencillamente nos despedimos y ¡Good Bye! Nos vamos, es claro. ¿Por qué? Porque nos aburrimos. ¿Y por qué nos aburrimos? Seamos analíticos, aquí estamos para analizar. Sencillamente porque el cerebro está degenerado, hay ciertas áreas que ya no pueden apreciar la buena música. ¿Y por qué se ha degenerado el cerebro? Se ha degenerado, sinceramente, porque nosotros durante varios siglos hemos estado extrayendo de nuestro organismo la entidad del semen. No la hemos extraído únicamente para dar vida a otras criaturas; no; la hemos extraído porque nos ha gustado, porque es un gran placer, eso es todo. Por eso nos hemos dado gusto en la lujuria, en lechos de placer, gozando "a lo lindo". Pero el "paganini" ha sido el cerebro, es decir, él es el que ha tenido que "pagar el plato". Ahora sucede que muchas áreas no están trabajando.”
         
“… ¿Es posible regenerar el cerebro? Sí es posible: pero para regenerarlo, hay que transmutar la “Entidad del semen”, convertirla en energía. Sólo así podríamos cerebrizar el semen. Lo que faltaría aquí, es decir cómo. Yo tendré mucho gusto en explicarles un artificio, muy singular, que los alquimistas medievales enseñaban a sus discípulos. 

El artificio que voy a enseñarles a ustedes, también lo enseñaron los hombres de ciencia moderna, como Brown Squard, en los Estados Unidos. Lo enseñó el Dr. Krumm Heller, Mé- dico-Coronel de nuestro glorioso Ejército Mexicano; lo enseñó también Jung, lo enseñan
las Escuelas Asiáticas, del Tantrismo Oriental. No es una cosa hecha mía, particular; yo la he aprendido de todos esos sabios y, a su vez, se la comunico a ustedes, no como un artículo de fe ni como un dogma inquebrantable. No; si ustedes quieren aceptarlo, acéptenlo; si no lo quieren aceptar, no lo acepten. Muchas escuelas lo han aceptado, muchas escuelas lo han rechazado; cada cual es libre de pensar como quiera; yo únicamente les doy mi modesta opinión. El artificio consiste en esto: “Conexión del Lingam-Yoni ("Lingam", ¿ya saben ustedes cuál es el Lingam? El phalo. "Yoni”: ya saben ustedes que es el útero, el eterno femenino, el órgano sexual de la mujer) sin la eyaculación de la entidad del semen... El Dr. Krumm Heller daba en latín la fórmula. Decía: "Inmisio miembro viril, in vagina femina sine eyaculatium seminis".
         
“Algunos científicos modernos la han aceptado; la Sociedad Oneida, en Estados Unidos, experimentó con esa fórmula. En la Sociedad Oneida, vean ustedes lo que se hacía: entraron unas veinticinco parejas, hombres y mujeres, a trabajar con el sexo. Durante cierto tiempo se les ordenaba copular, pero sin la eyaculación de la entidad del semen. Luego se les sometía a estudios clínicos, en los Estados Unidos. Se logró observar la seminización completa del cerebro, el aumento de hormonas en la sangre, la mejora completa del organismo, la fortificación de la potencialidad sexual y muchas enfermedades que desaparecieron.”
         
“Si un hombre se propusiera cumplir con esa fórmula tan sencilla, con ese artificio que nos enseñara Brown, que nos enseñara Krumm Heller y que nos enseñaran los alquimistas medievales, podría decirles a ustedes, con gran énfasis y absoluta seguridad, que ese hombre se transformaría, a la larga, en un Superhombre.”

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