jueves, 16 de agosto de 2012

El Matrimonio Gnóstico y el poder creador de la Kriyashakti

SEXOLOGÍA

El apóstol Pablo, hablando a los Esposos Gnósticos, dice: “Esta es la voluntad de Dios,  vuestra santificación: que os abstengáis de la fornicación (eyacular el semen), de modo que cada uno de vosotros sepa conservar su vaso (la vagina de su esposa)  en santidad y respeto, no en la maldad del deseo (lujuria, concupiscencia, sexopatías), como los gentiles (gentes de la Iglesia fracasada y sectas muertas), que no conocen (no conocen los Misterios Sagrados Sexuales) a Dios”.
       
Cuando San  Agustín de Hipona conoció este texto de San Pablo, comentó lo siguiente: 

“Por tanto, el esposo cristiano no sólo no debe usar del vaso ajeno (o sea, otra mujer que no sea su esposa), lo que hacen aquellos que desean la mujer del prójimo, sino que sabe que incluso su propio vaso (su legítima esposa) no es para poseerlo en la maldad de la concupiscencia carnal (practicando con ella Infrasexualismo). Pero esto no ha de entenderse como si el Apóstol condenase la unión conyugal, es decir, la unión carnal lícita y buena (sin fornicación). Quiere decir que esta unión, que no estaría contaminada de pasión morbosa si con un pecado precedente no hubiera perecido en ella el arbitrio de la libertad, ahora está contaminada por este pecado (fornicación), no ya de forma voluntaria, sino inevitable (los seres humanos copulan como bestias porque desconocen que la energía sexual es sagrada; que el sexo es sagrado)”.
         
“Con todo, sin la pasión morbosa no se puede llegar, en la procreación de los hijos, al fruto de la misma voluntad. Esta voluntad en la unión de los cristianos no está determinada por el fin de dar vida a hijos para que pasen por este mundo, sino por el de que sean regenerados para que no se aparten de Cristo (El Gnosticismo Universal para la procreación sin fornicación da la fórmula de la  Kriyashakti). Si consiguen esto, obtendrán del matrimonio la recompensa de la plena felicidad”.
        
“El que posea su vaso, es decir, su esposa, con esta intención del corazón, sin duda que no la posee en la maldad del deseo, como los gentiles, que no conocen a Dios, sino en santidad y respeto, como los fieles, que esperan en Dios. En efecto, el hombre no es vencido por el mal de la concupiscencia”…
         
una plática que realizaba el V. M. SAMAEL AUN WEOR, en México, D. F., una persona asistente le interrogó así: Maestro, ¿es posible que una pareja Gnóstica se reproduzca sin llegar a eliminar los millones de zoospermos como lo recomienda la medicina materialista? 

La respuesta fue la siguiente: 

“Es incuestionable que los ovarios emiten un huevo cada veintiocho días, que es recogido en una de las Trompas de Falopio y conducido sabiamente al Útero de los prodigios, en donde debe encontrarse con el germen masculino (zoospermo) si es que una nueva vida ha de empezar. 

El Sahaja Maithuna, la Sexo-Yoga, con todas sus asanas tántricas si bien limita la cantidad de fecundaciones, no es en modo alguno óbice para algunas concepciones. Cualquier zoospermo maduro puede escaparse durante el Sahaja Maithuna para realizar la fecundación. 

Resulta interesante que de los seis o siete millones de zoospermos que cualquier profano común y corriente pierde en un coito, tan solo un afortunado espermatozoo logra penetrar en el huevo. Es ostensible que el zoospermo fecundante capaz de entrar en el huevo posee una fuerza mayor. No está de más enfatizar la idea de que la dinámica del zoospermo fecundante se debe a la Esencia que regresa para reincorporarse”.
         
“Resulta pues manifiestamente absurdo derramar el Vaso de Hermes (El “Ens Seminis”), perder varios millones de zoospermos, cuando en realidad solo es necesario un espermatozoo fecundante... 

Los Gnósticos creamos con el poder de Kriyashakti, el Poder de la Voluntad y del Yoga. Jamás en la vida derramamos el “Vaso del Mercurio Sófico” (El Esperma Sagrado). No hay en la vida fuerza más impelente en su expresión que el esfuerzo que hacen los gérmenes masculino y femenino por encontrarse. 

El Útero es el órgano sexual femenino en el que se desarrolla el feto, el vestíbulo de este mundo donde la criatura se prepara para su advenimiento”.
         
“Se nos ha dicho con gran acierto que es posible escoger y determinar voluntariamente el sexo de la criatura; esto es posible cuando la Ley del Karma lo permite. 

En la imaginación de todo hombre existe siempre el prototipo viviente de una belleza ideal femenina... En la imaginación de toda mujer no deja siempre de existir algún príncipe azul; eso está ya demostrado... 

Si en el instante del coito predomina el anhelo masculino, el fruto del amor será hembra... Si en el momento preciso de la cópula resalta el anhelo femenino, la criatura será macho”...
         
“Basados en este principio podemos formular así: Si ambos Adán-Eva (El esposo y la esposa; el varón y la mujer), se ponen de acuerdo para crear es obvio que pueden determinar voluntariamente el sexo de la criatura. Si en el instante trascendente de la cópula, marido y mujer en mutuo acuerdo psicológico, anhelaran de verdad un hijo varón, el resultado manifiesto sería un niño. Si en el momento maravilloso del coito metafísico, él y ella, quisieran ardientemente una hija, el resultado sería una niña”.
         
Escrito está con carbones encendidos en las páginas del Libro de la Vida, que toda concepción se realiza bajo las influencias cósmicas de la Luna en Cáncer. La Muerte y la Concepción se encuentran íntimamente relacionadas. 

Los extremos se tocan. El Sendero de la Vida está formado con las huellas de los cascos del caballo de la Muerte. Los últimos instantes del agonizante se hallan asociados a las delicias eróticas de las parejas que se aman. En el último segundo de la vida, en el momento preciso en que exhalamos el final aliento,  transmitimos al futuro organismo que nos aguarda allende el tiempo y la distancia, cierto Diseño Cósmico Particular que viene a cristalizarse en el huevo fecundado”...
         
“Es por medio del Cordón de Plata (el famoso Antakarana), como quedamos conectados con el zoospermo fecundante... No está de más afirmar que la Esencia solo viene a penetrar en el cuerpo físico en el instante en que hacemos nuestra primera inhalación”...
         
No está de más decir a los incrédulos, a los escépticos que este tema sobre SexoYoga, es cuestión de experimentación íntima directa, algo demasiado personal; donde se debe renunciar a la concupiscencia animal en ara de la Espiritualidad, es decir a lo Suprasexual, si es que en verdad queremos pasar de las tinieblas a la luz, de la muerte a la inmortalidad. Así, pues, la cuestión de la Kriyashakti, como poder creador entre los Matrimonios Gnósticos, tiene bastante documentación en los textos de sexología chinos, babilónicos, egipcios, persas, hindúes, tibetanos, y en los códices del Antiguo México y piezas arqueológicas del Perú de los Inca. Allí se estudió científicamente la No Fornicación, o sea, el no derramamiento del Semen, como Mandamiento Sagrado del Señor Jehová.

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