lunes, 13 de enero de 2014

“HEMOS SIDO CREADOS PARA SER FELICES.”



Si investigamos y escudriñamos aquí allá y más allá, encontramos que grandes filósofos, antropólogos y estudiosos del comportamiento humano, de su misión durante su vida y otros aspectos que atañen a los fines de su presencia en este planeta, coinciden en afirmar que:

“HEMOS SIDO CREADOS PARA SER FELICES.”

“EL BIEN ES EL FIN DE TODAS LAS ACCIONES HUMANAS.” 

“EL BIEN SE DERIVA DE LA CONCIENCIA SOBERANA……EL HOMBRE DEBE ENCONTRAR EL BIEN EN SU OBRA PROPIA, SOLO ASÍ DAREMOS FELICIDAD AL MUNDO.

LOS QUE OBRAN EL BIEN SERÁN MERECEDORES DE LA GLORIA Y LA FELICIDAD; POR CONSIGUIENTE, LA FELICIDAD ES A LA VEZ LO MEJOR, LO MÁS BELLO Y LO MÁS DULCE QUE EXISTE.”  

Y podemos ahora preguntarnos nosotros: 

¿NO ES PARA ESO QUE NOS EDUCAN?

Ahora bien, ¿PUEDE UN SER INFELIZ APORTAR PAZ, AMOR, ORIENTACIÓN SANA Y DEMÁS ELEMENTOS QUE PUEDAN EDIFICAR UNA HUMANIDAD BIENAVENTURADA?

El filósofo hindú, Choprak, cuando le preguntaron cuál debe ser el objeto de la educación, respondió: 

“Pues ser feliz y solamente podrá ser feliz el estudiante en un mundo tan competitivo como el actual, no siendo competitivo él mismo”.

Esta respuesta puede parecer poco realista dada la complejidad de la sociedad, en la que alguien no competitivo sólo puede, en el mejor de los casos, sobrevivir, pero no realmente existir. Ahora bien, el argumento filosófico es que “en la competencia radica la verdadera esencia de la violencia. Toda nuestra estructura social está basada en la competencia y lo aceptamos como algo inevitable”.

Por tal motivo proponemos la Educación Fundamental, que podrá ayudar  al logro de una Paz, el verdadero Amor y auténtica felicidad… ella ayudará, si así nos concientizaramos, al logro de un Mundo Superior.


martes, 7 de enero de 2014

LOS PADRES EN EL MUNDO DE HOY


“Crear un hogar en la época actual, es ciertamente una labor muy difícil debido, entre otros motivos, a que la pareja es empujada a salir diariamente al trabajo para adquirir el ingreso con el cual cumplirán sus responsabilidades económicas. Esta situación ha convertido a los padres modernos más en “proveedores” que en “educadores” de sus hijos.

La dificultad se inicia cuando regresan a casa después de la jornada de trabajo, pues, vienen sin duda alguna con cansancio, tensiones y problemas que generan estrés, lo cual engendra en la familia temores e incertidumbres. Ante esta situación el padre educador se convierte en padre proveedor. Esta suplantación desequilibra el estado psicológico del niño que lo conduce a sentirse desatendido, vacío, abandonado, y comienza a quejarse, muchas veces en silencio, de la falta de Amor de sus padres; esto lo lleva a reaccionar en forma evasiva, o agresiva, o apoyándose en la droga; a la vez el padre anegado con un profundo sentimiento de culpabilidad, llena a sus hijos de juguetes y obsequios para asegurar el cariño de ellos. 

De esta manera, los padres de familia, llenos de terribles preocupaciones económicas, sociales, sentimentales, etc., están originando los gravísimos problemas actuales en las relaciones con los hijos.

La gente estudia, se prepara para ser médico, ingeniero, abogado, o lo que sea, pero no se prepara para la tarea más grave y más difícil cual es la de ser padres de familia; y esta interrelación se complica más porque los padres están lejos de hacerse conscientes que la tarea de educar se realiza en la base firme de comprender a sus hijos, y si no saben entender a fondo sus relaciones con éstos, sino que solo se preocupan por sus ansiedades y preocupaciones personales, están abandonando su principal deber: amarlos.

Mientras prosiga esta circunstancia en el hogar, las relaciones difíciles, los enfrentamientos, las hostilidades, presionarán más a sus hijos y ellos buscarán un escape a su delicada situación, entonces viene el desahogo en el alcohol, en el sexo desenfrenado… ¿Cómo solucionar este problema?

Lo que el mundo de hoy le brinda al ser humano parece arreglado para que la atención sea puesta totalmente en lo exterior y no queda nada para nuestra vida interior. Esto va a complicar más las relaciones padre-hijo.

Todos tenemos un querer profundo de superación y un gran deseo de relacionarnos con algo superior, Dios, llamado de diferentes maneras por las diferentes culturas. El niño al no ser educado en una verdadera búsqueda interior de su propia Esencia anímica con la finalidad de tomar el Camino que lo conduce a desarrollar las potencialidades para no solo ser feliz sino ayudar a sus semejantes que encuentren también la dicha realizando un trabajo personal, pero ligado a ese Ser Superior…Dios”.