La cólera aniquila la capacidad para pensar y resolver los problemas
que la originan. Obviamente, la cólera es una emoción negativa.
Dos emociones negativas de cólera enfrentadas, no logran la paz ni la comprensión creadora.
Incuestionablemente, siempre que proyectamos la cólera a otro ser
humano, se produce un derrumbamiento de nuestra propia imagen y esto
nunca es conveniente en el mundo de las interrelaciones.
Los
diversos procesos de la cólera conducen al ser humano hacia horribles
fracasos sociales, económicos y psicológicos. Es claro que también la
salud es afectada por la cólera.
Existen ciertos necios que
disfrutan con la cólera, ya que esto les da cierto aire de superioridad.
En estos casos, la cólera se combina con el orgullo. También suele
combinarse la cólera con el engreimiento y hasta con la auto
suficiencia.
La bondad es una fuerza mucho más aplastante que la cólera.
Una discusión colérica es tan solo una excitación carente de
convicción. Al enfrentarnos a la cólera, debemos decidir, debemos
resolvernos por el tipo de emoción que más nos conviene.
La bondad y
la comprensión resultan mejores que la cólera. Bondad y comprensión son
emociones permanentes, puesto que pueden vencer a la cólera.
Quien
se deja controlar por la cólera destruye su propia imagen. El hombre que
tiene un completo auto control, siempre estará en la cumbre.
La
frustración, el miedo, la duda y la culpabilidad, originan los procesos
de cólera. Frustración, miedo, duda y culpabilidad causan la cólera.
Quien se libere de estas cuatro emociones negativas, dominará el mundo.
Aceptar pasiones negativas es algo que va contra el auto respeto.
La
cólera es de locos, no sirve, nos lleva a la violencia. El fin de la
violencia es llevarnos a la violencia y ésta produce más violencia.
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