LA CONFERENCIA DE LA SEMANA
Ante todo debemos pensar en el sexo no sólo como una cuestión
fisiológica; hemos de saber que en el sexo existe energía: La Energía
Sexual. Aprender a manejar esa energía
maravillosa del sexo significa ser amo de la creación. Pero para lograr
ésto se requiere conocer las leyes y principios de la Suprasexualidad.
Entrar en el terreno Suprasexual es conocer el camino de las
transformaciones extraordinarias de la sustancia semínica en Energía
Creadora. Cuando el Esperma se transforma en Energía, se provocan dentro
del sujeto cambios psico-somáticos extraordinarios.
Desafortunadamente, extraemos de nuestro organismo la Entidad del semen y
no sólo la extraemos para dar vida a otras criaturas, sino que lo
extraemos porque nos gusta, porque es un gran placer; con ésta nos damos
gusto en la lujuria, en lechos de placeres, gozando a lo lindo, pero el
paganini han sido las glándulas endocrinas sexuales; son ellas las que
han tenido que "pagar el plato roto".
Veamos, por ejemplo,
lo que son los vasos hormonales de nuestras gónadas: Las hormonas
sexuales pasan de vaso en vaso y cómo a lo largo de los cordones
espermáticos llegan por último a la próstata, donde se producen las más
grandes transformaciones de la Entidad seminal; y las hormonas por
último, entran al torrente sanguíneo.
Cuando las hormonas
sexuales entran al torrente sanguíneo, realizan prodigios. Cuando todas
las glándulas endocrinas, ya sea esta la pineal, la pituitaria, la
tiroides, la paratiroides, la timo, las renales, las suprarrenales,
etcétera, etcétera, son estimuladas por las hormonas sexuales, entonces
hacen que estos pequeños micro-laboratorios produzcan más hormonas; y
si las hormonas de todas las glándulas endocrinas en general, enriquecen
el torrente sanguíneo, entonces desaparecerían las dolencias, las
enfermedades, la decrepitud, la vejez.
Desgraciadamente hoy
por hoy, el esperma que es preparado por las gónadas y que luego
asciende hasta la próstata, es despilfarrado y de esta manera se
degeneran las glándulas sexuales y cuando ésto ocurre, se degeneran
también todas las glándulas de secreción interna y el sistema nervioso
líquido, entonces nuestro organismo pasa por todos los proceso de
degeneración y viene la decrepitud y la vejez.
Pero si
hubiese un sistema que permitiera que esas glándulas sexuales no se
degeneraran, no entraran en decrepitud, entonces podrían conservarse
todas las glándulas endocrinas y todo el sistema nervioso líquido en
perfecta actividad, y por lo tanto no hubiera decrepitud ni vejez; así
se podrían conservar las glándulas sexuales durante toda la vida. Esto
significa que un hombre podría llegar a la edad de 90 o 100 años y aún
más, con la capacidad de copular y de gozar libremente del amor.
¿Existe acaso el sistema que pueda evitar la degeneración de las
glándulas sexuales? Ciertos hombres de ciencia como John Noyes, Brawn
Squard, en los Estados Unidos, Krumm Heller, médico alemán, Carl Jung,
etcétera, etcétera, han enseñado un sistema que consiste en la "Conexión
del órgano sexual masculino con el órgano sexual femenino, sin eyacular
jamás la Entidad Seminal ni dentro de la vagina, ni fuera de ella, ni
en ninguna parte". Este sistema por la práctica y la experiencia de
miles de personas que la han llevado a cabo, no permite que se dé la
decrepitud del cuerpo físico.
Esta clave no es una cosecha
particular de nadie; nosotros la hemos aprendido de estos sabios y se la
comunicamos a usted no como un dogma o un artículo de fe
inquebrantable. Si usted quiere aceptarla o no, es cuestión suya; muchos
la han aceptado, muchos también la han rechazado; sólo damos nuestra
modesta opinión para lograr que nuestro organismo físico y nuestra
psiquis se regeneren íntegramente...
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