miércoles, 3 de octubre de 2012

Del por qué la gran mayoría de seres humanos no aceptan el sistema de unión sexual (macho-hembra) sin la eyaculación seminal, sin el orgasmo



===== CARDINAL REFLEXIÓN ======


En una cátedra de Antropología Gnóstica, el V.M. SAMAEL AUN WEOR, nos enseñó: “En la Lemuria existió el sistema de reproducción por Kriyashakti, esto es durante el Mesozoico, mucho antes de que la raza humana hubiera caído en la generación animal. Bien sabemos nosotros que esta raza cayó en la tercera parte del Eoceno o sea durante el Mioceno. Las gentes, los Hombres verdaderos de la época mesozoica se reproducían ciertamente por Kriyashakti: “el poder de la Voluntad y de la Inteligencia”. Pero eran Hombres y su sistema de reproducción no sería aceptado hoy en día por los “Animales Intelectuales”, porque el  sistema de reproducción de los Hombres verdaderos es el de Kriyashakti: es un sistema sagrado que causaría risa y rechazo a los antropólogos materialistas, aún más,  se sentirían ofendidos.” 
         
“Entonces el sexo se consideraba sagrado,  jamás se eyaculaba el  Esperma Sagrado. El Esperma era considerado como materia venerable. Cualquier zoospermo maduro se escapaba para hacer fecunda una matriz y  la raza humana poseía ingentes poderes, facultades extra sensoriales que le permitían conocer todas las maravillas del Universo y del Cosmos. 

Por eso se dice que vivía en estado paradisíaco. Pero cuando el hombre cayó en la 
generación animal, es decir, cuando comenzó a eyacular la entidad del semen, se precipitó la involución. Fue en realidad en la tercera parte del Eoceno cuando el Hombre caído llegó a mezclarse hasta con las mismísimas bestias de la Naturaleza. De allí nació el “Animal Intelectual”. 
         
“Incuestionablemente, el “Animal Intelectual” no podría jamás aceptar el sistema de reproducción por  Kriyashakti precisamente por su condición de “animal”. El sistema de Kriyashakti no es para los “Animales Intelectuales”, es para los Hombres, son dos reinos distintos. Así que, en realidad, de verdad no debería sorprendernos que los “Animales Intelectuales” de la antropología materialista rechazaran el sistema de reproducción por Kriyashakti, y tienen hasta razón en rechazarlo, pues tal sistema no es para los “Animales Intelectuales”, repito, sino para los Hombres.” 
         
“Sin embargo, como quiera que los gérmenes del Hombre, a pesar de todo, están en nuestras glándulas endocrinas, es obvio que, si trabajamos con el sistema sexual del Kriyashakti, que es el de los Hombres, podemos en realidad de  verdad regenerar el cerebro y desarrollar dentro de la naturaleza fisiológica y biológica y psico-somática al Hombre real, al Hombre verdadero; Pero repito, esto no les gusta a los “Animales Intelectuales”. 
         
“Nosotros, en la Gnosis, hemos difundido por todas partes los Misterios del Sexo. Si bien es cierto que el Gnosticismo Universal ha aceptado el sistema de reproducción por Kriyashakti, no es menos cierto que millones de “Animales Intelectuales” lo han rechazado y no podemos criticarlos puesto que ellos son “Animales Intelectuales”, el producto de la relación sexual de ciertos Hombres que degeneraron en la época terciaria y que se mezclaron con bestias de la Naturaleza. ¿Cómo podría ese producto de Hombres y bestias aceptar un sistema sexual que no les pertenece? ¡Imposible! Así que vale la pena que reflexionemos un poco.” 
        
“Triste est omne animnal post coitum, praeter mulierem gallamque”, ha dicho Galeno, axioma que en lo esencial es exacto en cuanto al sexo masculino respecta.”  
         
“El Jeque Nefrani pone en boca de un sabio estas palabras: “La mujer es semejante a una fruta cuyo aroma se aspira primero cuando se toma por la mano. Si no se calienta por ejemplo con la mano la hierba de basilisco, no se nota su aroma. El ámbar despide su fragancia solo cuando se le calienta. Y esto bien lo sabes. Así mismo sucede con la mujer: Cuando quieras pasar al acto amoroso, debes primero calentar el corazón de ella con todos los preparativos del arte de amar, con besos, abrazos... Si descuidáis esto, no te será deparado ningún goce completo, y todos los encantos de los enamorados quedarán ocultos para ti”. 
         
“En un tratado muy sabio sobre Medicina China he leído lo siguiente: “El taoísmo tiene otras influencias en la Medicina, como lo prueba la lectura de una recopilación de tratados taoístas, el Sing-Ming-Kuei-Chen, del año 1622 aproximadamente.” 
         
“Se distinguen tres regiones en el cuerpo humano. La región superior o cefálica, es el origen de los espíritus que habitan en el cuerpo. La almohada de Jade (Yu Chen) se encuentra en la parte posterior inferior de la cabeza. El llamado hueso de la almohada es el occipucio (Chen-Ku). El palacio del Ni-Huan (término derivado de la palabra sánscrita Nirvana), se encuentra en el cerebro, llamado también mar de la médula ósea (Suei-Hai); es el origen de las sustancias seminales.” 
         
“La región media es la columna vertebral, considerada no como un eje funcional sino como un conducto que une las cavidades cerebrales con los centros genitales; termina en un punto llamado la columna celeste (Tien Chu) situado detrás de la nuca en el punto donde nacen los cabellos. No debe confundirse este punto con el de la acupuntura del mismo nombre. La región inferior comprende el campo de cinabrio (Tun 
Tien), del que nos ocuparemos más adelante, en ella asienta la actividad genital representada por los dos riñones: el fuego del tigre (Yang) a la izquierda y el fuego del dragón (Ying) a la derecha.” 
         
“La unión sexual está simbolizada por una pareja; un hombre joven conduce el tigre blanco y una mujer joven cabalga sobre el dragón verde; el Plomo (elemento masculino) y el Mercurio (elemento femenino) van a mezclarse; en cuanto están unidos, los jóvenes arrojan su esencia en un caldero de bronce, símbolo de la actividad sexual. Pero los líquidos genitales, en particular el esperma (Tsing), no se eliminan y pierden, sino que pueden volver al cerebro por la columna vertebral, gracias a la cual se recupera el curso de la vida”. 
         
“La base de estas prácticas sexuales taoístas es el Coitus Reservatus, en el cual el esperma que ha bajado del encéfalo hasta la región  prostática (pero que no ha sido eyaculado) vuelve a su origen (obviamente su energía); es lo que se denomina hacer volver la sustancia (Huan-Tsing).” 
         
“Sean cualesquiera las objeciones que se formulen frente a la realidad de este retorno, no es menos cierto que los taoístas concibieron un dominio cerebral de los instintos elementales que mantenía el grado de excitación genésica por debajo del umbral de eyaculación; dieron al acto sexual un estilo nuevo y una finalidad distinta a la fecundación.” 
         
“La mente está íntimamente relacionada con la sexualidad, y es imposible estudiar la mente sin estudiar el problema sexual. La clave  del dominio sexual, reside en la mente. La mente se domina por medio de la voluntad. Puede haber conexión sexual, pero no debe eyacularse el semen. El deseo refrenado transmutará el semen en luz y  fuego.” 
         
“Todo el poder del hombre reside en el semen y en la médula.” 

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