miércoles, 10 de octubre de 2012

EL EGÓLATRA: ENEMIGO DE SÍ MISMO Y ÓBICE PARA LA SALVACIÓN DE SU PRÓJIMO



El término ególatra se utiliza para hacer referencia a un tipo de  personalidad que se caracteriza por una constante auto-admiración y veneración, en cantidades fuera de lo normal y que pueden en algunos casos llegar a ser patológicas. El término ególatra proviene del griego y “significa adoración a sí mismo”. 
         
“Dentro de la enseñanza Gnóstica tiene especial importancia el trabajo propuesto de la eliminación de defectos. La Gnosis Samaeliana es, a este respecto, tajante”. 
         
“El V. M. SAMAEL AUN WEOR explica bajo diversos puntos de vista y argumentos, la necesidad de eliminar todos y cada uno de nuestros “Yoes” (defectos psicológicos) para encontrar la auténtica felicidad y paz interior. El énfasis puesto en esa “muerte psicológica” de nuestros Egos, puede resultar llamativa para el estudiante esoterista neófito, acostumbrado a que se le hable de amor, paz, felicidad, poderes, etc., y no de la necesidad de eliminar aquello que impide que esas cualidades y poderes se manifiesten en nosotros”. 
         
“En cambio, quienes han estudiado las doctrinas arraigadas en las más antiguas tradiciones saben de la importancia de la eliminación del Ego. Tanto los textos budistas e hinduistas como también las enseñanzas cristianas esotéricas o sufíes insisten en este punto”. 
         
“El aspirante a la alta espiritualidad debe operar como el Cristo cuando expulsa a latigazos a los mercaderes del templo. Esos mercaderes están de hecho simbolizando los Egos o defectos que, encaramados en nuestra personalidad, nos hacen infelices e ignorantes”. 
         
“En alquimia se nos dice que para cultivar nuestra tierra interior, debemos primero eliminar la mala hierba, debemos enterrar profundamente el arado, removiendo aquello que debe ser cosecha. Y según nos afirman las mismas enseñanzas cristianas, el vino nuevo, aquel que es producto de la transmutación, no se echa en odres viejos (los viejos esquemas  en los que se apoya el Ego)”. 
         
“El trabajo psicológico gnóstico que se presenta ante el aspirante es arduo y difícil. La 
desintegración de nuestros defectos (odios, miedos, lascivia, ignorancia, envidia, etc., etc.) 
es un trabajo permanente que demanda nuestra mejor voluntad y el mayor de los esfuerzos. Pero sólo a través de este trabajo el ser humano se libera, y consigue la auténtica felicidad y paz”.  
         
“Los demás caminos, aquellos que predican el amor, la alegría, la paz, etc., sin pasar por el estudio y la eliminación de nuestra esclavitud psicológica, aunque positivos en un comienzo, están destinados al fracaso”.  
          
“La muerte psicológica es la plataforma sobre la que se edifican estos valores. A decir del V.M. SAMAEL AUN WEOR “Sólo con la muerte adviene lo nuevo”. 


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