sábado, 2 de agosto de 2014

POR QUÉ JUZGAMOS A LOS DEMÁS : POR SAMAEL AUN WEOR


 Hay una tendencia general, de todos, a juzgar equivocadamente a todos, y eso es lamentable. Pero, ¿por qué todos juzgan a todos, y equivocadamente? ¿Cuál es el motivo? Sencillamente uno, y muy fácil de comprender: sucede que cada cual proyecta sus defectos psicológicos sobre los demás, cada cual ve en el semejante sus propios defectos. Los defectos que a otros endilgamos, los tenemos muy sobrados en nosotros; juzgamos a otros como nosotros somos.
¿Han oído ustedes hablar de la ANTIPATÍA MECÁNICA?

Que de pronto alguien siente antipatía por alguien, sin haber motivo alguno, y entonces decimos: “ésta persona me cayó gorda”, frase muy típica que usamos. Pero, ¿por qué, si nunca la hemos visto, si hasta ahora nos la acaban de presentar? ¿Qué sucedió, por qué nos ha “caído tan gorda” esa persona, si ni la conocemos? Pues que le vimos la apariencia: es alta o es baja, es gorda o delgada, tiene la nariz aguileña o la tiene achatada, y ¿ese es motivo ya, como para decir que “nos cayó gorda”? ¿Qué ha sucedido?

Sencillamente hemos proyectado, sobre nuestra víctima, nuestros mismísimos defectos psicológicos. Posiblemente hemos visto, en esa persona, el defecto más grave que tenemos y a nadie le gusta verse así, dijéramos, tan escarnecido. La cruda realidad de los hechos es que tal persona se ha convertido en el espejo donde nosotros nos vemos a sí mismos, tal cual somos.

Si estamos alertas y vigilantes, si no nos identificamos con el evento, con la persona aquélla que “nos cae tan gorda”, si en vez de estarla criticando nos auto-criticamos, nos auto-observamos para ver qué es lo que está pasando, descubriremos que un defecto nuestro (nacido de ayer, o de anteayer, o de quien sabe que tiempo atrás, de otras existencias), se ha reflejado en aquella persona y por eso “nos cae tan gorda”. He ahí lo que es la antipatía mecánica: absurda en un ciento por ciento.

Nosotros necesitamos aprender a vivir políticamente. El ser humano, ante todo, es un ente político, un «animal político», y el mismo hombre es un «hombre político». Si uno no sabe vivir políticamente, se crea problemas en la vida.
Uno tiene que aprender a vivir políticamente, y en vez de sentir antipatías mecánicas, vale la pena que nos investiguemos a sí mismos.
Sí; en verdad que proyectamos nuestros propios defectos psicológicos sobre los demás.

¿Por qué juzgamos equivocadamente al prójimo?, ¿Por qué todos tenemos tendencia a ver, en el prójimo toda clase de defectos? Sencillamente porque proyectamos en el prójimo nuestros propios defectos, los juzgamos equivocadamente; suponemos que fulano es «así» o «asado», y resulta que ni es «así ni es «asado»: es completamente diferente, y nuestro juicio resulta equivocado, falso; vemos los hechos ajenos y tenemos la intensa tendencia a interpretarlos erróneamente, nunca somos capaces de ver los hechos ajenos con ecuanimidad, con serenidad; siempre los calificamos erróneamente.
Recuerden ustedes que hay mucha virtud en los malvados y que hay mucha maldad en los virtuosos.

Los defectos que cargamos en nuestro interior, nos vuelven injustos para con el prójimo.

Nosotros nos amargamos (a sí mismos) la vida con nuestros defectos, y lo más grave: se la amargamos a los demás.

“IN LAK’ ECH A LAK’ EN” Frase del lenguaje maya que se traduce como: TU ERES MI OTRO YO, YO SOY TU OTRO YO y nos indica el respeto que debemos hacia nuestros semejantes, a las cosas que nos rodean, a los Maestros espirituales, a la Ley divina, a la naturaleza, a nuestro padre y madre internos, para los mayas era un saludo y a la vez un método para mantenerse alertas en la convivencia con los demás, sintiéndolos, comprendiéndolos. Tratar a los demás como quisiéramos ser tratados”

Cada quien puede darle el significado que guste a esta frase; nos parece interesante incluirla con el objeto de mantenernos alertas al convivir con nuestros semejantes y reconocer la gran SABIDURÍA MAYA.” Samael Aun Weor.

Respecto a la SABIDURÍA nos remitimos al Apóstol Santiago:

“Si alguno de vosotros está a falta de SABIDURÍA, que la pida a Dios, el cual la da a todos generosamente y sin reproche, y se le dará. Pero que la pida con fe, sin vacilar; porque el que vacila es semejante al oleaje del mar, movido por el viento y llevado de una a otra parte. Que no piense recibir cosa alguna del Señor un hombre como éste, un hombre irresoluto es inconstante en todos sus caminos.” Santiago Epístola 1:5-8

Es preciso dar a conocer lo siguiente:

La Institución Cristiana-Gnóstica respeta a todas las religiones, evita el fanatismo, busca lo que une a las religiones y no lo que las diferencia… atesora la sabiduría de oriente y occidente. Verdaderamente es universal: busca la síntesis de las grandes religiones de la humanidad. Nuestro Patriarca y fundador, el Venerable Maestro Samael Aun Weor, con profunda reverencia decía: “Todas las religiones son perlas preciosas engarzadas en el hilo de oro de la divinidad”.

Agrega el Maestro Samael:

“Nos proponemos crear el Ejército de Salvación Mundial ¿Qué hay reacciones? ¡Es verdad!

Ustedes saben que hay muchas escuelas pseudo esotéricas y pseudo ocultistas, que aún continúan con las teorías del pasado y de ninguna manera aceptan algo nuevo. Hay que dejarlos en paz con sus planes anticuados y rancios. Nosotros somos Revolucionarios y los reaccionarios no podrán estar con nosotros. Nuestras enseñanzas son para aquellos que aceptan la Revolución de la Conciencia…Necesitamos que el “yo”, el “ego”, “los agregados psicológicos”, el pecado desaparezcan para liberarnos del error y del dolor.
PAZ INVERENCIAL” (Saludo gnóstico).

Observamos que el Maestro nos da libertad, no sin antes advertirnos, pues él tiene la Misión de darnos a conocer el Mensaje Gnóstico-Cristiano, él es el encargado de orientar y enseñar el camino de regreso al Padre-Dios. Pero si en nosotros no surge la Inquietud Espiritual de saber quiénes somos, de dónde venimos, por qué vivimos, cuál es nuestra misión (que va ligada a nuestra Vocación)…etc. Y si nosotros no nos hemos visto lo que somos y cómo somos, no surgirá el anhelo de transformarnos; de ahí la urgente prioridad de auto-conocernos.

Quien muere sin conocer el por qué del objeto de su vida ha perdido su existencia miserablemente, y ésto es lamentable para nuestra Conciencia, para nuestro Ser Interior profundo. El Cristo Jesús nos indica con la Parábola del Hijo pródigo cuál es nuestro destino. Veámoslo por sí mismo!

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