Navidad es la Natividad
del Señor. La celebración del advenimiento del Redentor del mundo, el
Nacimiento de Cristo. Tradicionalmente se celebra en esta fecha, la
venida al mundo de Jesucristo. Sin embargo, en los Estudios gnósticos
vamos más lejos con la explicación de esta maravillosa celebración.
Detrás de las celebraciones mundiales relacionada a esta fiesta se
esconde un simbolismo alquimista y Kabalistas profundo. Escondido en la celebración de Navidad, se encuentra
un Mito Solar extraordinario y un Drama Cósmico rodeado de
significativas alegorías.
En relación con el Drama Cósmico, en el
capítulo titulado: El Arte, de su obra “El Cristo Social”, el Avatara de
Acuario, Samael Aun Weor, explica lo siguiente: “El drama sirvió para
transmitir a los iniciados valiosos conocimientos. Por medio del
drama se transmitieron a los iniciados diversas formas de experiencia
del Ser y manifestaciones del Ser. Entre los dramas, el más antiguo es
el del Cristo Cósmico. Los iniciados sabían muy bien que cada uno de
nosotros debe convertirse en el Cristo de dicho Drama, si es que
realmente aspiramos al reino del Superhombre (de Dios)”.
De
acuerdo con la Gnosis, en El Mito Solar, se encuentra la explicación de
porqué en la época del Solsticio de Invierno, nacía Horus en Egipto y
Mitra en Persia, así como muchos dioses antiguos. Lo mismo ocurría con
la conmemoración de la muerte de los dioses principales.
Osiris moría días después del Equinoccio de Primavera. Las celebraciones
del Nacimiento del niño del Sol, el niño de oro de la Alquimia o niño
Dios y la conmemoración de la muerte y resurrección del hombre-dios en
primavera, se representaron antiguamente en los templos sagrados,
en la forma del Drama Cósmico. A este respecto, el Venerable Maestro
Samael Aun Weor, en el capítulo titulado: El Niño Sol de su “Mensaje de
Navidad 1966-67″, explica lo siguiente: “Este es el drama cósmico que se
repite de momento en momento en todo el espacio infinito, en todos los
mundos, en todos los soles.
Este es el drama cósmico que se
representa en todos los templos de Egipto, Grecia, India, México, etc.
Este es el drama cósmico que se representa en todos los templos de todos
los mundos del espacio infinito. El aspecto secundario de este gran
drama corresponde con entera exactitud a todo individuo sagrado que
mediante la revolución de la conciencia alcanza la Iniciación Venusta y
se convierte en Hombre Solar, en Héroe Solar”.
La Iniciación
Venusta es la realización del Drama Cósmico en cada individuo, en cada
mujer y hombre auténtico que logra el verdadero nacimiento de Cristo.
Vive y padece como el Señor, muere en sí mismo y alcanza la salvación,
la liberación final o la Auto Realización Íntima del Ser.
La
persona que quiere vivir el Drama Cósmico en carne propia, debe trabajar
intensamente sobre sí misma. Debe esforzarse por lograr la Revolución
de la Conciencia.
Este tipo de revolución es de carácter íntimo
y solo se puede lograr a base de tremendos súper esfuerzos. De enormes
esfuerzos conscientes y padecimientos voluntarios. La Revolución de la
Conciencia se sintetiza en el siguiente versículo del Evangelio: “Y
decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo,
tome su cruz cada día, y sígame” (Lucas: 9,23).
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