martes, 24 de diciembre de 2013

La Navidad



Navidad es la Natividad del Señor. La celebración del advenimiento del Redentor del mundo, el Nacimiento de Cristo. Tradicionalmente se celebra en esta fecha, la venida al mundo de Jesucristo. Sin embargo, en los Estudios gnósticos vamos más lejos con la explicación de esta maravillosa celebración. Detrás de las celebraciones mundiales relacionada a esta fiesta se esconde un simbolismo alquimista y Kabalistas profundo. Escondido en la celebración de Navidad, se encuentra un Mito Solar extraordinario y un Drama Cósmico rodeado de significativas alegorías. 

En relación con el Drama Cósmico, en el capítulo titulado: El Arte, de su obra “El Cristo Social”, el Avatara de Acuario, Samael Aun Weor, explica lo siguiente: “El drama sirvió para transmitir a los iniciados valiosos conocimientos. Por medio del drama se transmitieron a los iniciados diversas formas de experiencia del Ser y manifestaciones del Ser. Entre los dramas, el más antiguo es el del Cristo Cósmico. Los iniciados sabían muy bien que cada uno de nosotros debe convertirse en el Cristo de dicho Drama, si es que realmente aspiramos al reino del Superhombre (de Dios)”.

De acuerdo con la Gnosis, en El Mito Solar, se encuentra la explicación de porqué en la época del Solsticio de Invierno, nacía Horus en Egipto y Mitra en Persia, así como muchos dioses antiguos. Lo mismo ocurría con la conmemoración de la muerte de los dioses principales. 

Osiris moría días después del Equinoccio de Primavera. Las celebraciones del Nacimiento del niño del Sol, el niño de oro de la Alquimia o niño Dios y la conmemoración de la muerte y resurrección del hombre-dios en primavera, se representaron antiguamente en los templos sagrados, en la forma del Drama Cósmico. A este respecto, el Venerable Maestro Samael Aun Weor, en el capítulo titulado: El Niño Sol de su “Mensaje de Navidad 1966-67″, explica lo siguiente: “Este es el drama cósmico que se repite de momento en momento en todo el espacio infinito, en todos los mundos, en todos los soles.

Este es el drama cósmico que se representa en todos los templos de Egipto, Grecia, India, México, etc. Este es el drama cósmico que se representa en todos los templos de todos los mundos del espacio infinito. El aspecto secundario de este gran drama corresponde con entera exactitud a todo individuo sagrado que mediante la revolución de la conciencia alcanza la Iniciación Venusta y se convierte en Hombre Solar, en Héroe Solar”.

La Iniciación Venusta es la realización del Drama Cósmico en cada individuo, en cada mujer y hombre auténtico que logra el verdadero nacimiento de Cristo. Vive y padece como el Señor, muere en sí mismo y alcanza la salvación, la liberación final o la Auto Realización Íntima del Ser. 

La persona que quiere vivir el Drama Cósmico en carne propia, debe trabajar intensamente sobre sí misma. Debe esforzarse por lograr la Revolución de la Conciencia.

Este tipo de revolución es de carácter íntimo y solo se puede lograr a base de tremendos súper esfuerzos. De enormes esfuerzos conscientes y padecimientos voluntarios. La Revolución de la Conciencia se sintetiza en el siguiente versículo del Evangelio: “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Lucas: 9,23).

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