Gnosis" significa "sapiencia", "conocimiento". Hay una "Llave" (dice con justa razón Gurdjieff), "la Llave del Arca de la Ciencia". La tenemos. ¿Cómo ha llegado a nosotros? Dice Gurdjieff: "No importa cómo haya llegado. Puede que alguien se la haya robado o (dice), puede que se nos haya regalado. ¡No importa; lo cierto es que la tenemos!" Pero, ¿cuál es esa Llave del Arca de la Ciencia? incuestionablemente, el Gran Arcano, el Sahaja Maithuna, el Tantrismo, tanto oriental como occidental.
Los Caminos de los que hablan muchas Escuelas se pueden sintetizar en uno, que es el Camino angosto, estrecho y difícil, que está representado por las cuatro puntas de la cruz, por los Cuatro Vedas, por los Cuatro Evangelios, etc. Nosotros preferimos, francamente, ir directo hacia la Gnosis, como dijera Don Mario Rosso de Luna, el insigne escritor español: "¡Hacia la Gnosis!" Don Mario fue teósofo; sin embargo, en sus últimos tiempos se volvió Gnóstico. Ese fue el famoso Mago de Lofrosant. Ahora el momento que vivimos no está como para perder el tiempo, como para pasar los años en el facilismo, pues nos hallamos en un momento crítico y difícil. Los tiempos del fin ya llegaron, se aguardan las catástrofes que han de sobrevenir, y la gran catástrofe, con la cual ha de quedar sellado todo el Apocalipsis. Ya no podemos pasar una veintena de existencias, haciendo el papel de faquires y de monjes y de yoguis. Estamos de afán; el momento en que nos hallamos exige que, de una vez, tomemos el Cuarto Camino (la Gnosis), la Cuarta Vía, que es lo más práctico.
Continuando debemos evidenciar (en el terreno de la vida práctica) que, ciertamente, no todos los seres humanos están preparados para poder autorrealizarse aquí y ahora, en este momento. Téngase en cuenta que la gente del Kali Yuga es completamente débil y degenerada, no tienen capacidades como para poder, de verdad, tomar una Cuarta Vía. Tendrían que empezar por regenerar el cerebro, y ésto solamente es posible mediante la transmutación del esperma en energía. Mas como quiera que están degenerados (en su mayoría), no tienen tampoco la fuerza de voluntad, ni la continuidad de propósitos que se requieren para poder regenerar el cerebro. Estamos, pues, ante una situación embarazosa.
Los aztecas no ignoraban nada de esto. Claramente, nos dicen los Náhuatls que "más allá de lo que está, hay cuatro cielos o regiones (diríamos "mundos atómicos"). Ellos nos hablan, por ejemplo, del "Reino de Tláloc", o del "Reino de Quetzalcóatl". Dicen que "muchos guerreros (no se refieren ellos a guerreros de tribus, a guerreros no en el sentido vulgar de la palabra, sino en el sentido interior del concepto), es obvio que se proponen liberarse, después de la muerte física, para vivir en cualquiera de esos paraísos, no sin antes haber pasado por terribles pruebas". Ellos se transforman, es decir, que eliminan los elementos inhumanos, dan a entender que el Alma pura, la Esencia de tales guerreros, se eleva por último, entra más allá del "Cielo Tres", es decir, se sumerge en el Espíritu Universal de Vida. Dicen que "esos guerreros se proponen, por medio de ese sistema, emanciparse, liberarse un tiempo, mientras pasa esta Edad del Quinto Sol, es decir, la Edad del Kali Yuga. Y luego afirman, en forma enfática, que "muchos liberados renacerán en la futura Sexta Gran Raza".
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