viernes, 18 de noviembre de 2011

¿Cuándo podemos usar el sexo, nosotros, los jóvenes?

SEXOLOGÍA TRASCENDENTAL _____________________________

Cada uno de los seres humanos ingresamos en la matriz materna como una simple  célula para desarrollarnos. Después de 9 meses, venimos a la existencia ya más desenvueltos, pero no completamente. Durante nuestros primeros 7 años, en la primera niñez, gozamos de la dicha del hogar; pero no estamos totalmente evolucionados como
embrión humano, pues el hecho de haber nacido y de haber retornado a la existencia un poco más expandidos, no significa que hayamos concluido nuestro desarrollo. Durante estos 7 primeros años de la existencia, se manifiesta en el organismo de los varones la primera zona testicular que 

 produce ciertas células que nos permiten existir. Y en cuanto a las niñas, sus ovarios le dan ciertas células, ciertos principios que la sostienen vitalmente. Más tarde, la energía sexual interviene más sobre nosotros, entonces vamos la escuela, estudiamos, jugamos, ya no podemos estar a todas horas encerrados dentro de da casa, la energía sexual nos mueve, nos agita, nos inquieta, debido a la formación de la segunda capa testicular que produce en el varón determinadas células quevienen a especificar y a definir completamente su sexo; y en la mujer, la segunda zona ovárica. Nos encontramos entre los 7 y 14 años. Pasada tal época, entramos en la influencia del amor (entre los 14 y 21 años). Es la edad de la punzada; varones y mujeres comenzamos a sentir la inquietud sexual; las glándulas  sexuales entran en actividad. La tercera capa testicudar en el varón viene a producir zoospermos, pero estos todavía no están lo suficientemente maduros, porque tampoco, aquel que va de los 14 a los 21 años, ha terminado aún su proceso de desarrollo. El organismo no ha concluido sus procesos evolutivos. Grave es por consiguiente, que aquel organismo que no ha concluido todavía sus procesos naturales de desarrollo, entre en el terreno de la actividad sexual.
Indiscutiblemente, no es recomendable el coito o cópula para tales organismos; no es correcto que aquel que pasa por su segunda infancia (7 a 14 años), o de adolescente (14 a 21 años), copule. Es obvio que el coito para los niños (de la segunda infancia) o adolescentes, trae, indiscutiblemente, en forma irrefutable, perjuicios muy graves para nuestra salud y para nuestra mente. Estos perjuicios, si bien no los sentimos durante nuestra juventud, sí venimos a sentirlos en la madurez o en la vejez. Así vemos que hoy es normal que cualquier varón
comience a perder su virilidad entre los 40 y los 45 años. ¿Por qué? Por los abusos que cometimos en la segunda niñez o en la adolescencia. Desgraciadamente, hoy en día causa dolor decirlo, muchos niños de 12 y 13 años ya están copulando y aquellos que no lo están, cometen el crimen de masturbarse. ¿Por qué?, nosotros, ¿los jóvenes, consideramos la masturbación como criminosa? Porque con la masturbación eliminamos nuestras hormonas, degeneramos nuestro cerebro, y atrofiamos nuestra glándula pineal. Bien es sabido que después del coito, el phalo o pene, continúa con cierto movimiento peristáltico conducente a recoger energías vitales del útero femenino para tratar de reponer sus principios genésicos eliminados; pero cuando hay masturbación, sucede que con tal movimiento peristáltico phálico, en vez de asimilar energías vitales femeninas, principios útiles para la existencia, se absorbe aire frio, el cual pasa directamente al cerebro y originando la degeneración mental. Así pues, es bueno que nosotros, los jóvenes, comprendamos todos estos aspectos de la sexualidad; esto es vital para nuestra existencia. Que nosotros, los adolescentes, cohabitemos es absurdo, porque tan sólo somos gérmenes que no hemos terminado nuestro desarrollo. El desarrollo total en sí mismo y por si mismo de cada ser humano, viene a concluir a la edad de los 21 años; entonces es cuando realmente comienza la mayoría de edad, la “edad responsable” como se ha dicho. Lamentablemente, cuando alcanzamos la mayoría de edad, por lo común no
hemos tenido una orientación específica sexual, y sin haber concluido nuestro desarrollo como gérmenes que un día entramos en el claustro de nuestra madre, despilfarramos nuestro capital hormonal, gastamos nuestro potencial viril y al llegar a la edad de los 21 años, nos encontramos con una fuerza mental muy débil; obviamente, tal fuerza es irradiada por la glándula pineal. Cuando esta fuerza es debilitada por nuestro abuso sexual (porqué tengamos claro que la glándula pineal y las glándulas sexuales están íntimamente unidas) entonces el resultado es que nos encontramos en una posición desventajosa como para conquistar nuestro puesto a la luz del sol, en la vida; y como consecuencia o corolario, al no irradiar con potencia nuestras ondas psíquicas debido a la debilidad de la pineal, situada en la parte superior del cerebro, fracasamos profesionalmente, o sencillamente, se nos vuelve dificultosa la lucha por el pan de cada día; nuestros negocios fracasan y aquellas personas con las cuales debemos ponernos en contacto comercial no sienten nuestro impulso, cancelan sus negocios y difícilmente conseguimos el pan de cada día. Si nuestro organismo planetario o cuerpo físico se desarrollara sin interferencias de ninguna especie, si se desenvolviera sin entorpecimientos de ningún tipo, si no existieran abusos sexuales, al llegar a la edad de los 21 años, poseeríamos una potencia energética extraordinaria y conquistaríamos nuestro puestecito a la luz del sol con gran éxito. Es bueno saber que aquí, en nuestro país, tenemos millones de habitantes; somos millones de personas que luchamos por existir; hay millones de analfabetas y millones de personas que están padeciendo hambre y miseria. Podríamos protestar contra el Gobierno o contra los Gobiernos y nada resolveríamos con tales protestas, pues, en
realidad de verdad, nosotros no debemos culpar a otros de nuestra mala situación, sólo nosotros somos responsables de nuestra virulenta situación económica. Siempre le echamos la culpa a los diversos sistemas políticos y económicos, siempre acusamos al Presidente o a los Presidentes de las naciones y eso es absurdo porque sólo nosotros somos los creadores de nuestro propio destino. Es obvio que si entramos en la lucha por la vida con debilidad, si no poseemos las fuerzas psíquicomentales-eróticas potentes como para abrirnos paso en la existencia, pues tenemos que
sufrir de hambre y de miseria. Si se permitiera a la célula que un día entró en el claustro materno para
desarrollarse armoniosamente hasta los 21 años, entraríamos en el camino de la vida con gran éxito; poderosos, llenos de salud, llenos de energía, pero, desgraciadamente, estamos copulando desde la segunda infancia. En cuanto al sexo femenino hemos de decir, que el germen concluye sus procesos de desarrollo a la edad de los 18 años, es decir, la mujer se desarrolla más pronto que el varón, por eso ella puede casarse más joven; pero que nosotros, los del género masculino, estando en la segunda infancia o en la adolescencia, que tenemos un cuerpo físico en proceso de desarrollo, nos casemos o copulemos, eso es un adefesio; manifiestamente criminoso; monstruoso en el sentido más completo de la palabra. Desgraciadamente, muchos hemos abusado del sexo durante la adolescencia y la
juventud, y al llegar a los 25 o 30 años, estamos agotados por nuestra forma sexual de vivir, por nuestros abusos sexuales, pero que en modo alguno no sabemos aprovechar como deberíamos aprovechar tal potencial sexual y el resultado viene a ser, lamentablemente, una ancianidad miserable; entramos a la ancianidad sin ninguna fuente segura de ingresos y entonces, en vez de ser útiles en alguna forma, aunque sea para nuestros nietos, venimos a convertirnos, indudablemente, en estorbo para todo el mundo, ¡Por no saber vivir! ¡Por no saber vivir! ¡Por no saber vivir! Debido a esta situación anómala, nosotros, los jóvenes, nos permitimos invitar a los Padres de familia y Maestros a que
abandonen en forma definitiva el falso pudor y los prejuicios relacionados con el problema sexual. Es necesario que comprendamos en forma clara y precisa el problema sexual de los adolescentes y de los jóvenes de ambos sexos. A los catorce años de
edad aparece en el organismo del adolescente la energía sexual que fluye avasalladoramente por el sistema neuro-simpático. Este tipo especial de energía transforma el organismo humano,modificando la voz en el varón y originando la función ovárica en la mujer. A los niños, a los adolescentes y a los jóvenes se les da información intelectual sobre muchos temas y se les encarrila por la vía del deporte cuyo abuso acorta la vida miserablemente, pero desgraciadamente al aparecer la energía sexual con la cual se inicia la adolescencia, tanto Padres de familia como Maestros de escuela, basados en un falso puritanismo y en una moral estúpida, resuelven callar criminosamente. Hay silencios delictuosos y existen palabras infames. Callar sobre el problema
sexual es un delito. Hablar equivocadamente sobre el problema sexual constituye también otro delito. Si los Padres y Maestros callan, los pervertidos sexuales hablan y las víctimas vienen a ser los adolescentes inexpertos. Si el adolescente no puede
consultar a Padres ni a sus Maestros, consultará entonces a sus compañeros de escuela posiblemente ya desviados por el camino equivocado. El resultado no se deja esperar por mucho tiempo y el nuevo adolescente siguiendo falsos consejos se entregará al vicio de la masturbación o se desviará por el camino del Infrasexualismo. Es urgente abandonar radicalmente y en forma definitiva el falso pudor y enseñar a los adolescentes de ambos sexos, de manera franca, todos los Misterios Sexuales. Sólo así podrán encaminarse las nuevas generaciones por la senda de la regeneración. Sintetizando, tenemos: el desarrollo total del cuerpo físico se procesa a través de las edades de los 7, 14 hasta los 21 años. Gracias a la energía creadora, el cuerpo físico pudo gestarse entre el vientre materno; gracias a la energía creadora, el cuerpo físico
puede continuar sus procesos evolutivos, desarrollos a través de los 7, 14 y 21 años. De manera que el mismo cuerpo físico, por el hecho de nacer, no está completo, necesita desarrollarse, en el varón hasta los 21 años y en la mujer hasta los 18 años. Desgraciadamente, vemos cómo los adolescentes, sin haber completado todavía su proceso de desarrollo, ya están fornicando, eyaculando el semen y las niñas llegando al orgasmo, lo cual es manifiestamente absurdo. Porque esa energía creadora que ellos están desperdiciando, es necesaria, indispensable, para completar el desarrollo del cuerpo físico. De manera que, honradamente, el funcionalismo sexual debería comenzar a los 21 años de edad, no antes. Porque antes, el germen ese que entró en el vientre materno, no ha completado todavía sus procesos de desarrollo, y someterlo a la cópula,pues resulta absurdo.

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