lunes, 4 de febrero de 2013

Clave para el control de la fecundidad




Mucha gente puede parecerle muy extraña la idea de que las relaciones matrimoniales puedan convertirse en un medio vigoroso para la renovación de la juventud. Pero si estas relaciones se realizan de acuerdo con la técnica de la Suprasexualidad, o sea, desterrando para siempre el orgasmo o espasmo de las relaciones sexuales entre esposos, se llenan a cabalidad todos los requisitos y se comprobará que tal idea no ha sido traída de tan lejos. Una prueba experimental de este método, verificada en los estudios que adelantan algunos científicos Gnósticos se comprueba que existe en realidad una renovación de la vitalidad juvenil, un carácter de intensidad en el amor, retarda considerablemente el proceso de envejecimiento, quizá haciéndolo retroceder, y convierte al matrimonio en una perpetua luna de miel, no afectada por el transcurso de los años.

Aquellos cuyos fuegos amorosos han descendido a la más ínfima expresión (por una desacertada técnica), hallarán en este método la manera de provocar la llama y encenderla hasta alcanzar la primitiva fogosidad. Y volverán a ser los enamorados de antes, llenos de tranquilidad, de experiencias y de amor. Además, la Suprasexualidad, ejecutada en la forma que se indica en el Gnosticismo, es la única forma de regular la fecundidad y evitarla, si se desea, con mayor honestidad, decencia y efectividad, que cualquiera otro de los métodos hasta el presente, de moda.

         
Así pues, el Movimiento Gnóstico Internacional tiene procedimientos y métodos científicos revolucionarios para el control de la fecundidad. Nuestro sistema tiene ventajas formidables cual es la de no destruir Lisosomas. Nuestro plan construye Lisosomas, enriquece el organismo humano, lo vitaliza. Este sistema es el mismo Sahaja Maithuna Indostán; la famosa Caretza italiana. Y sobre él, existe abundante documentación sobre todo esto en el famoso Kama Kalpa hindú; en las obras de todos las alquimistas medioevales; Sendivogius, Paracelso, Nicolás Flamel, Raimundo Lulio, etc.
         
Los biólogos han podido evidenciar a través de muchos años de observación y experiencia directa, que las glándulas sexuales no son cápsulas cerradas, pues excretan e incretan hormonas. Esta palabra hormona, viene de una raíz griega que significa “ansia de ser”, “fuerza de ser”. Es ostensible el asombroso poder vital de las hormonas sexuales; ahorrarlas, incretarlas, hacerlas retornar hacia adentro y hacia arriba con el sano propósito de enriquecer la vida, no es un delito.
         
Se ha podido comprobar plenamente que las incresiones sexuales hormonales, intensifican la producción hormonal de todas las glándulas endocrinas. El torrente sanguíneo conduce hormonas sexuales, las transporta, las pone en contacto con todos esos microlaboratorios glandulares. No-eyaculación del semen, es algo radical para evitar la fecundación e intensificar la increción hormonal. Si el varón evita la eyaculación y la mujer el orgasmo, queda Aresuelto el problema de la fecundidad. Thelema (Voluntad) es lo que se requiere para retirarse a tiempo, antes del espasmo sexual.
         
El deseo sexual refrenado hará subir la energía, creadora; así es como el cerebro se seminiza y el semen se cerebriza. Es obvio que el semen puede transformarse en energía; es incuestionable que la energía sexual asciende hasta el cerebro. Es cierto, patente y manifiesto, que existen canales nerviosos específicos para el ascenso de la energía sexual; desgraciadamente el bisturí no podrá encontrarlos porque estos son tetra-dimensionales. Nos referimos ahora en forma concreta a ese par de cordones nerviosos conocidos en la India con los nombres de Idá y Pingalá. En el hombre, Idá parte del testículo derecho y Pingalá del izquierdo; en la mujer, este orden se invierte partiendo de los ovarios. Estos dos finísimos canales nerviosos, se anudan graciosamente en el hueso coccígeo y luego ascienden como dos serpientes enroscadas en la espina dorsal hasta el cerebro. El ascenso continuo de la energía sexual a lo largo de estos canales nerviosos se transforma radicalmente, nos convierte en Mutantes,
         
Estamos hablando concretamente de la Suprasexualidad, Sahaja Maithuna, Sexo- yoga. Este es el único sistema sano para resolver el gravísimo problema de la explosión demográfica. Esta es la clave para controlar en forma inteligente y sin perjuicio alguno, la fecundidad humana.
         
Resulta ostensible el espantoso sacrificio de la No-eyaculación para las personas lujuriosas. Es conveniente afirmar que la naturaleza no hace saltos; puede y hasta debe el principiante realizar el cambio poco a poco, si realmente se quiere consolidar, afianzar, fijar nuestro sistema, consideramos necesario empezar con practicas sexuales cortas, tiempo muy breve; cuando mucho de uno a cinco minutos diarios.
         
Es incuestionable que después se puede alargar el tiempo en cada práctica. Los grandes atletas de la Sexo-Yoga suelen practicar el Sahaja Maithuna durante una hora diaria. De ninguna manera es conveniente empezar con largas prácticas sexuales; el cambio debe realizarse en forma metódica y con muchísima paciencia, sin desmayar jamás.
         
El movimiento del Phalo dentro del útero debe ser lento y muy suave, evitando toda violencia. Conviene recordar que si los movimientos sexuales se hacen muy fuertes, el resultado es el espasmo con lamentable pérdida de energía seminal. Si el neófito fracasa al principio en este esfuerzo, no debe desmayar, al fin aprenderá con mucha paciencia y esfuerzo. Una de las maravillosas ventajas de nuestro sistema es la de conservar la potencia sexual durante toda la vida.
         
Los resultados de este método para los practicantes son altamente satisfactorios; desde el punto de vista de su eficacia como medida de control de fecundación, resulta superior a todos los otros hasta la fecha propuestos, con él, no se presentan concepciones accidentales y el número predeterminado de niños concientes y científicamente procreados es extraordinario. Abortos no se presentan y niños degenerados o defectuosos en cualquier sentido, no existe; por el contrario, física y mentalmente muy superiores a sus padres y varios de inteligencia extraordinaria, verdaderamente genial.
         
Estudios médicos comprobaron que a la inversa de la anticoncepción que produce serias perturbaciones, este sistema produce una alta vitalidad, una fuerza de resistencia increíble, una lucidez mental fuera de los común y procreaciones a voluntad; hijos engendrados con conciencia y amor. La mayoría de la humanidad es concebida por placer; esto es, los padres no piensan en esos momentos más que en satisfacer sus pasiones animalescas de eyacular, el ser que puede resultar como consecuencia de estos momentos de lujuria los tiene sin cuidado. Algún escritor colombiano fue duramente criticado porque escribió: "Mi padre me engendró por placer y mi madre me tuvo por necesidad"; y verdaderamente hablaba con conocimiento de causa.

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