En los evangelios Esenios de Juan, (Tratando de hacer entender los gentiles,= público) se lee losiguiente: Le preguntaron a Jesús de Nazaret:
¿Maestro, cuáles son las leyes de la vida? y Jesúsrespondió: “En verdad os digo, nadie podrá ser feliz excepto aquel que siga la Ley”.
Y los otros contestaron: “Todos cumplimos las leyes de Moisés, nuestro legislador, tal cual como están escritas en las Sagradas Escrituras". Y Jesús les contestó: "No busquéis la Ley en nuestras escrituras, porque la Ley es divina mientras que las escrituras son muerte.
En verdad os digo que Moisés no recibió las Leyes de Dios escritas pero sí de palabra viva. La Ley es la palabra viva del Dios vivo para profetas vivientes, para hombres vivientes; en todo aquello que tenga vida está escrita la Ley, pero buscadla principalmente en vosotros mismos. Porque en verdad os digo, todas las cosas vivientes están más cerca a Dios que las escrituras que carecen de vida”.
"FUIMOS EXPULSADOS DEL PARAÍSO POR HABER VIOLADO LA LEY “NO FORNICAR”
Es necesario saber que así como existe en este
plano físico tridimensional, diferentes tipos de leyes que debemos cumplir, tribunales y jueces que se encargan de velar porque se cumplan las leyes y castigar al que las viole, también el Tribunal de la Justicia Divina, encargado de administrar el Karma y el Darma a la humanidad, e indicarnos a través de los mensajeros divinos, la línea de conducta que debemos observar para equilibrar nuestra balanza interior, así como los requisitos que debemos cumplir para alcanzar la realización o perfección, que es la razón fundamental por la cual nos encontramos en el planeta Tierra. Todos en nuestra actual existencia, estamos recogiendo lo que sembramos en nuestras existencias anteriores y a la vez estamos sembrando lo que recogeremos en la próxima.
Nunca comprendemos esto, y es así como la humanidad, no podrá escapar de esta cadena de consecuencias, ya que casi nunca sabemos el por qué de nuestros sufrimientos. Cuando una persona siembra desgracias, causando daño a los demás, de hecho eso mismo vendrá a recoger. Esta es la ley del Karma.
La Ley del Karma es aquella ley que ajusta sabia e inteligentemente el efecto a su causa. Todo lo bueno o malo que hemos hecho en una vida, nos traerá consecuencias buenas o malas para ésta o próximas existencias. No debemos olvidar los proverbios Cristianos: "el que siembra rayos, osecha tempestades"; "con la vara que mides serás medido y con ventaja", "ojo por ojo y diente por diente" y "el que a hierro mata a hierro muere".
La Ley del Karma gobierna todo lo creado, y es una ley inmodificable. Esta se conoce en las religiones como "Justicia Celestial". Quien viola una ley crea dolor para sí mismo. En Gnosis la simbolizamos con una balanza. El platillo derecho corresponde a las buenas obras y se le denomina DARMA. El platillo izquierdo corresponde a lasma las obras y se le llama KARMA. A esta ley se le conoce también como Ley de Acción y Consecuencia ó Causa y Efecto.
La Ley del Karma nos controla y vigila a cada momento y por eso cualquier acto bueno o malo de nuestras vidas tiene sus consecuencias. Todo el mal que hagamos tenemos que pagarlo y todo el bien que hacemos nos será recompensado. Dios nos dio
libre albedrío y podemos hacer lo que queramos, pero de todos nuestros actos tenemos que rendir cuentas ante la Justicia Divina.
LA LEY DEL KARMA CONTROLA NUESTRA EXISTENCIA
Cuando uno viene a este mundo trae su propio
destino y por eso unos nacen en colchón de plumas y otros en la desgracia.
Comprender íntegramente la Ley del Karma es
indispensable para orientar el navío de nuestra
existencia en una forma positiva y edificante.
EL Karma es una ley de compensación y no devenganza. El Karma es una medicina que se nos aplica para nuestro propio bien; desgraciadamente, la gente en vez de inclinarse reverente ante el Eterno Dios Viviente, protesta o blasfema, se justifica, se disculpa y se lava las manos como Pilatos.
Cuando protestamos no se nos modifica el Karma sino que se vuelve más duro y más severo.
Reclamamos fidelidad al cónyuge cuando hemos sido adúlteros en esta o en vidas anteriores.
Pedimos amor cuando hemos sido despiadados o crueles.
solicitamos comprensión cuando nunca hemos dado comprensión a nadie.
Anhelamos dichas inmensas cuando hemos sido el origen de muchas desgracias.
Hubiéramos querido nacer en un lugar hermoso y con muchas comodidades, cuando en existencias anteriores no supimos brindar un hogar.
Queremos que nuestros hijos nos obedezcan, cuando jamás supimos obedecer a nuestros padres.
Nos molesta terriblemente que nos calumnien, cuando siempre hemos sido calumniadores y hemos llenado de dolor al mundo.
Es decir, reclamos lo que no hemos dado...
Es posible que en existencias anteriores hayamos sido malvados y crueles, por eso merecemos lo peor, pero suponemos que se nos debe dar lo mejor.
Cuando la Ley Cósmica le va a cobrar a alguna persona un Karma, primero la somete a un juicio interno. Si tiene Darma, es decir, si ha hecho buenas obras, no sufre ningún padecimiento, pero si no tiene capital cósmico, buenas acciones paga con dolor.
Normalmente, las personas tienen sueños que le anuncian que esto va a suceder; por ejemplo; soñar que la policía nos mete en la cárcel, vernos desnudos, mojarnos en lluvia, etc.
Generalmente, cuando la Ley nos cobra, siempre pensamos que somos inocentes, que no debemos nada. Incluso la gente blasfema contra la Justicia de Dios calificándola de "injusticia". Pero siempre debemos recordar que la Ley a nadie da lo que no se merece. A cada quien le da según sus obras.
Ahora, caro lector (a), entenderá por qué las cárceles están llenas de “inocentes”, personas que en esta existencia no han hecho nada, pero que en existencias anteriores cometieron delitos gravísimos. Repetimos: La ley de Dios a nadie da lo que no se merece, a cada quien da según sus obras...
Hay algunos que nacen con todas las comodidades y llevan estilos de vida, para muchos envidiables; otros no tienen la misma suerte, pero tampoco sufren en lo económico. Sin embargo, hay otros que sufren espantosamente y deben mendigar para subsistir.
Hay millonarios que padecen enfermedades incurables y no pueden comer lo que les provoca, por una úlcera u otra dolencia. Hay muchos pobres que tienen una salud formidable. La Ley cobra a cada quien según sus faltas.
A la Justicia Cósmica podemos compararla con un gran banco. Aquí en el plano físico, si nosotros tenemos una cuenta bancaria y consignamos constantemente (éste es el equivalente a hacer buenas obras), nuestro saldo aumentará. Si giramos un cheque (es el equivalente a pagar o ganar un Karma), es lógico que lo pagarán. Si retiramos mayor dinero cada día n(violando las leyes de Dios), nuestra cuenta disminuye hasta quedar en rojo; en ese momento empezamos a padecer, a pagar con dolor el dolor que hemos causado.
Si tenemos acciones malas o Karmas, significa que hemos gastado nuestro capital cósmico, si consignamos, o sea, hacemos buenas obras con nuestros semejantes, ganamos DARMA y salimos bien en nuestros negocios ante el Tribunal Cósmico. El resultado es felicidad, salud y éxito en nuestras vidas.
Esta expresión, Causa-Efecto, define lo esencial de la Ley del Karma. Una traducción occidental de la misma, usada también por varios autores, puede ser justamente "Ley de Causa Efecto". La palabra "Karma" significa "acción". Su concepto implica la idea de retribución, o sea, la de que cada causa produce un efecto correspondiente. Cosechamos, pues, como efectos, aquello que sembramos como causas. El efecto es proporcional a la causa, en términos cualitativos y cuantitativos, hasta que se supere y se permita que el equilibrio sea restaurado, hasta que la armonía de las causas y de los efectos sea restablecida.
Todo en el Universo es movimiento pero que nunca desintegra el Todo: hay una armonía hecha de contrastes, de acciones de signo contrario (flujo y reflujo), por eso mismo se compensa.
La Ley del Karma actúa en todos los niveles y seres del Universo. En el ser humano, se manifiesta básicamente como ley de causas éticas, aquello que nos rodea, las circunstancias que nos afectan, el propio carácter que nos define y el resultado de nuestros pensamientos, sentimientos y actos. Tenemos y somos exactamente aquello que nos merecemos, de acuerdo con la cualidad de las causas que generamos con nuestra conducta, tanto a nivel físico, como emocional y mental.
En las grandes religiones y tradiciones espirituales, es donde se habla más explícitamente del Karma. La comprensión de esta Ley está bastante más generalizada en las religiones orientales, aunque, de un modo quizás más confuso, también puede ser encontrada en los textos sagrados del Cristianismo.
En el Hinduismo o Sanatana-Darma, el Karma es una de las concepciones fundamentales y omnipresentes. Lo encontramos en los Vedas; pasa a través de los Upanishads y, principalmente, del Bhagavad Gitá.
Por ejemplo, en el BrihadaraniakaUpanishad, podemos leer: "Cada uno se vuelve bueno a través del buen Karma, y malo a través del mal Karma"; en el Bhagavad Gitá se ve, por ejemplo, 8:23 a 8:25 y 14:14 a 14:20. Está presente en las leyes de Manú (cfr. entre muchos otros pasajes, 1:107, 1:117, 6:61-64, 6:72 y 12:8). Lo encontramos, también, en los Puranas, específicamente en el Bhagavad Purana: "En la proporción de las acciones justas e injustas en esta vida, cada uno gozará o sufrirá las correspondientes reacciones de su Karma en la vida siguiente" (6.1.45).
En el Budismo es igualmente una de las enseñanzas absolutamente fundamental. No podemos, a este propósito, dejar de citar una maravillosa y significativa frase del Señor Gautama Buda: "Siembra un pensamiento y cosecharás una acción. Siembra una acción y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás carácter. Siembra un carácter y cosecharás un destino".
En las enseñanzas búdicas también encontramos un texto muy interesante relacionado con este tema, como es el Sermón de Benarés:
“Buda se encaminó hacia el "Bosque de las Gacelas", cerca de Benarés, y allí expuso su doctrina. Es lo que se llama el "Sermón de Benarés", que contiene el núcleo de toda su enseñanza: “Vosotros me llamáis "amigo", como antes, pero ya no debéis más en el futuro darme ese nombre; pues soy el "Liberado", el "Bienaventurado", el "Buda".
“Abrid bien vuestros oídos; la liberación de la muerte ha sido encontrada. Vengo a instruiros y a enseñaros la "Doctrina"; en poco tiempo alcanzaréis la perfección de la santidad. Podréis reconocer la verdad todavía en el mundo, y la miraréis cara a cara. No habrá más mortificaciones ni ayunos, pero sí, renuncia a todos los placeres de los sentidos”.
“Esta es la verdad sobre el origen del Sufrimiento: la sed de existir, de nacimiento en nacimiento, con el placer y el deseo que encuentran aquí y allá su voluptuosidad.
Esta es la verdad sobre la supresión del Sufrimiento: la supresión de la Sed por la destrucción del deseo, liberarse de él, no darle jamás cabida”.
“El "Camino del Medio", con el Noble Óctuple Sendero: Rectas opiniones, Rectas actitudes, Rectas palabras, Rectas acciones, Rectos medios de vida, Rectas intenciones, Recta atención y Recta concentración, conduce a la supresión del Sufrimiento, y lleva al conocimiento, a la Iluminación, al Nirvana."
LA LEY DEL KARMA ES INMUTABLE
En los textos cristianos, existen también pasajes que aluden al Karma, aunque, lamentablemente, la teología oficial no lo haya comprendido bien, en especial por haber repudiado la idea de las existencias sucesivas, de lo cual no puede ser desligado, sin que nos perdamos en una maraña de absurdos. La formulación más conocida y directa es la contenida en la Epístola de San Pablo a los Gálatas (6:7):
"Todo lo que el hombre siembre, lo cosechará". Aunque la referencia a esta ley está patente en citas como :
"No peques más, para que no te suceda algo peor" (Juan, 5:14) o "No serás liberado, hasta que hayas pagado la última moneda" (Lucas, 12:59).
El Karma colectivo aflora en las Escrituras en narraciones como la del Diluvio (al que existen referencias universales, entre las cuales la Biblia judeo-cristiana es apenas un ejemplo más), en los grandes castigos (o en las grandes alegrías) colectivos, o en frases como ésta, atribuida a Jesús:
"En verdad os digo, todos esos crímenes pesan
sobre esta raza" (Mateo, 23:36);
"¡Sí, os aseguro que se pedirán cuentas a esta generación!" (Lucas, 11:51).
Jesús el gran Kabir, dijo: "Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, en tanto estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel, de cierto os digo que no saldrás de allí, hasta que pagues él ultimo cuadrante" (Mateo 5, 25-26).
Gálatas 6, 7- 9: "No os engañéis; Dios no puede ser burlado; pues todo lo que el hombre sembrare, eso segará, no nos cansemos pues, de hacer bien: porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos".
Éxodo 21, 23-25: "El que hiere a alguno, haciendo así morir, el morirá. Mas si hubiera muerte, entonces pagará vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe".
1ª. Corintios 6, 16: "¿O no sabéis que el que se
une con una ramera, es un cuerpo con ella?"
Cuando hay sexo entre dos personas, el Karma de un cónyuge influye en el otro. Seguro usted habrá notado a su alrededor que a muchas personas les cambia la vida inmediatamente se casan. Ejemplo: Si un hombre de buena situación económica decide casarse con una mujer que tenga mucho karma económico, ambos serán afectados y el hombre le empezará a faltar el dinero. Este tipo de karma se llama KARMA-SAYA. LA GRAN BALANZA DE LA LEY
Usted ha nacido en un contexto donde predominan los condicionamientos por lo tanto se ha educado bajo influencia de diversas informaciones, quizás piense de sí mismo de esta manera. Pero, en realidad, toda información desaparece cuando uno muere. ¿Por qué sucede así? A lo mejor se podrá refutarlo diciendo que el hombre no recuerda sus existencias anteriores. Aunque usted puede objetar de entrada que no existen existencias pasadas ni futuras. De ser así, es lógico que la mayoría de los seres humanos no recuerden sus existencias anteriores. Pero, si esto fuera verdad, la existencia de diferencias individuales sería una gran contradicción.
¿De qué diferencias individuales se trata?
Por ejemplo, ser hijo de una madre buena y afectuosa o de una madre de carácter malo, tener hermanos buenos o hermanos abominables, nacer en una familia rica o en una familia pobre, nacer en una familia de posición social baja o en una familia de posición social alta…
Cuando usted analiza este hecho surge la pregunta: ¿Por qué existen estas diferencias individuales? El término "Karma" nos explica esta situación.
La ley del Karma es una ley natural que nos dice que a toda acción corresponde una reacción.
Una ley natural significa que cuando se establecen determinadas condiciones, le siguen otras también determinadas. Si sembramos arroz, cosecharemos arroz y no cebada. Nos deja en completa libertad de sembrar lo que nos parezca; la ley de la naturaleza se advierte en la positiva relación entre la siembra y la cosecha; a quien necesite arroz, le será inútil sembrar cebada o cardos. Tal es el Karma.
Es importante que comprendamos primero las Leyes Civiles y Naturales que nos gobiernan. También, es importante que percibamos que sin esas leyes toda nuestra vida sería un caos. Imaginemos nuestra vida si todo mundo hiciera lo que le viniera en gana robando, matando, violando, etc. etc. Igualmente, imaginemos si se suspendieran las Leyes Naturales. Esto es, no primavera, no invierno, no lluvia, no sol. O solamente lluvia, solamente sol, solamente invierno. Realmente todo estaría muerto. También imaginémonos nuestra vida sin Leyes Divinas. Definitivamente sin Leyes Divinas no podrían existir ni las Leyes Naturales, y muchos menos las Leyes Civiles.
Los antiguos griegos decían que la Diosa Némesis fue creada como Diosa de la Justicia y sus padres fueron Zeus y Diosa Necesidad.
Las Leyes Divinas mantienen definitivamente un equilibrio y una armonía en todo el orden cósmico. La Diosa Némesis se presenta vendada de ojos indicándonos que no hay distinción y menos venganza. Esta Diosa es mujer y portadora de una balanza representando las dos columnas donde se apoya la justicia Misericordia y Justicia". Esto es muy interesante, imaginémonos nada más la aplicación de solamente justicia. Si nada más justicia fuera no tendría razón la vida. Solamente habría castigo, y menos apelación. También, si solamente hubiera misericordia los bribones seguirían haciendo de las suyas. Por eso el equilibrio es importante.
EL TRATO EQUITATIVO FRENTE A LA LEY
Cuantas veces vemos a nuestro alrededor personas que aparentemente sin merecerlo les llega todo, como que nacieron con "buena estrella". Y otros nacen estrellados. Definitivamente esas personas algo habrán hecho, posiblemente en otras existencias para que la Divinidad les otorgue, les "retribuya" algo pendiente. Realmente la gracia y desgracia de nuestra vida se basa en tres calamidades; Enfermedad, vejez, y Muerte.
Siddartha Gautama Buda se dice que meditó y llegó a esa conclusión La respuesta de esa meditación fue una cadena, una secuencia que es en sí una reacción en cadena: Ignorancia redunda en Ego. Ego redunda en Karma. Karma redunda en Dolor. Dolor que pagamos tarde o temprano.
Desafortunadamente, Karma es una Ley mal entendida. Algunos esoteristas determinan que es una ley de venganza, y de fatalidad. También, esta ley es confundida con mala consecuencia. Pues se piensa "me corté con el cuchillo al partir eso o aquello". Cuando esto realmente es nada más la consecuencia de una acción equivocada.
Decían los antiguos egipcios que en la Sala de Maat, Diosa de la Justicia de los antiguos egipcios, Supremo Tribunal de la Ley Divina. operado por Anubis y sus 42 Jueces de la Ley, se enjuician solamente "Hechos Concretos ", " Mal que se Hace ", “Bien que se pudo hacer y no se hizo", "Pagamos después". Debemos recordar que esta Ley emana de la Divinidad y por lo tanto es inteligente. Este juicio se lleva al momento de que desencarnamos, o sea, cuando morimos.
Los antiguos Egipcios representaban a la Diosa Maat con una pluma en la cabeza. De la misma manera que los antiguos cristianos representaban a uno de sus Arcángeles con una balanza en la mano. Y en un lado de esa balanza el corazón del difunto y en el otro lado una pluma. El corazón cargado de culpas pesa mucho.
La función de esta Ley, decían los antiguos egipcios, es que Anubis con su máscara de chacal y con su hocico escudriñara dentro de nosotros. Y es que aunque negásemos nuestras culpas hay una parte de nosotros mismos, nuestro KAOM interior que nos delata. Eso es nuestra parte interior de Justicia Divina que lleva una bitácora de nuestros asuntos. Dichoso aquel que tiene su "libro en blanco".
Otra función de la Ley es el tipo de Karma que pagamos.
Hay Karma familiar, donde la divinidad agrupa una familia donde el común denominador en un tipo especifico de Karma.
Hay casos donde toda la familia adolece de un mismo defecto psicológico. O bien un caso de existencia pasada donde por ejemplo una hija hace pagar a la madre, o viceversa.
O bien Karma colectivo. Este Karma colectivo amontona a un grupo de personas de diferentes familias y los hace pagar.
También, hay Karma nacional, donde todo un país paga.
O como el Karma mundial donde toda la humanidad paga.
La tercera función de La Ley son los negocios. Recordemos las dos columnas en que se apoya la Ley Divina: Justicia y Misericordia. El Amor es la base de la Misericordia. Y la Tolerancia es la base de la Justicia.
Vemos los siguientes Axiomas Trascendentales, sobre la Ley del Karma:
"Cuando una Ley inferior es trascendida por una ley superior. La Ley superior lava a la Ley inferior".
"Al león de la Ley se le combate con la balanza".
"Quien tiene con qué pagar, paga y sale bien en los negocios".
"Quien no tiene con qué pagar, pagará con dolor".
"Haz buenas obras para que pagues tus deudas".
"El mejor negocio: "Hacer buenas obras". Recto Pensar, Recto Sentir, y Recto Obrar.
La Ley del Karma es una de las verdades más antiguas que se conoce y ha sido revelada a la humanidad por los Grandes Maestros y las Grandes Almas que han vivido a lo largo de la historia, desde tiempos muy remotos, desde Buda y Krishna, Lao Tsé y Confucio, Platón y Sócrates, el mismo Jesucristo lo predicó en muchas enseñanzas, inclusive en Mateo 17, admite a sus discípulos que Juan el Bautista es la reencarnación de Elías el profeta.
Los cristianos de los primeros siglos creían en la Reencarnación fielmente, hay numerosas citas bíblicas que así lo demuestran, pero en el siglo III cuando la Iglesia adquirió poder en Roma y se hizo religión oficial se expurgaron textos de la Santa Biblia y se hicieron innumerables correcciones porque la entonces naciente Iglesia que llegaría a ser una institución política muy fuerte temía que si las personas creían en la Reencarnación no le tendrían miedo al Infierno y la única manera que tenía la Iglesia de poder mantener a la población bajo su dominio era con el constante miedo de un Infierno eterno a donde irían las almas de los que no se bautizaban o los que no seguían lo que la Iglesia nseñaba.
De ahí surgieron tantos males: la intolerancia, la arrogancia, la inquisición, el dominar otros países destruyendo las creencias de los aborígenes para imponer la nueva religión, la esclavitud en la que se oprimían seres humanos encadenados en África y luego se les obligaba a renunciar a sus creencias porque, si no, iban al infierno. Hoy día inclusive, en aquellos países donde la religión es oficial como en Afganistán por ejemplo, y ciertos países Fundamentalistas, hay una gran intolerancia y un fanatismo exacerbado que causa dolor, muerte y tristeza.
En el nombre de la religión se han asesinado millones de seres humanos y a otros se han torturado y esclavizado. Sin embargo, en el fondo, en esencia, todas las religiones enseñan lo mismo y cuando las personas de buena fe se unen para encontrar los puntos comunes en todas las religiones surgen los hermosos movimientos espirituales como los que ahora florecen como las enseñanzas de la Yoga, de Maestros como Paramahansa Yogananda, Sai Baba, del mismo San Francisco de Asís y la Madre Teresa de Calcuta que no se aprovechaba de las pobres personas moribundas para convertirlas al Catolicismo que ella practicaba con fe, sino que, a la que había sido hindú toda su vida la ayudaba a morir en las creencias de su religión, y lo mismo hacía con la musulmana…
La Ley del Karma es la Ley de la Justicia Divina, de las oportunidades. Cuando hacemos algo positivo, bueno en el sentido universal (no porque esté escrito en una constitución o una ley, sino porque sea bueno por naturaleza ya que hay leyes injustas) entonces estamos generando buen Karma de lo contrario atraemos mal Karma. Hay personas que nacen ya con un Karma muy lindo porque se han revolucionado mucho y cuando entramos en contacto con ellas recibimos sus vibraciones de amor, tolerancia y respeto.
Hay otras que lamentablemente traen sus Karmas negativos y lo que emiten por su aura es sentimientos de frustraciones, negativismos, maldiciones, quejas, tristezas, derrotismo, dolor, angustia, celos, envidias, murmuraciones, pobreza de espíritu. En ese caso ésto debe inspirarnos siempre compasión, no lástima sino compasión y no creernos superiores ni juzgar a los demás sino transformarnos cada día nosotros en verdaderos seres humanos con la convicción de que mientras más nos transformemos mejor será el mundo que nos rodea, al fin y al cabo, esto lo expresó en los dos grandes mandamientos el sublime Maestro Jesús: "Ama a tu prójimo como a ti mismo", pero para amar al prójimo como a uno mismo uno tiene que empezar por amar a la Conciencia o partícula de Alma que todavía, afortunadamente, del todo no hemos perdido, este es el verdadero amor. “Amor es Ley pero amor consciente”; por eso dice la Biblia: “Seremos como Dioses”...
Lo mismo que enseñan las Grandes Religiones y Filosofías ya que en la Verdad no hay contradicción.
Este camino fue establecido de manera muy sencilla por Jesús el Cristo en el Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia: "Como juzgues serás juzgado" (Mateo 7:1).
Jesús Respondió: “Os dije que yo soy. Pues si a Mí me buscáis, dejad ir a éstos. Entonces ellos se acercaron, echaron mano a Jesús y le prendieron. Y he Aquí uno de los que estaban con Jesús, extendió su mano, sacó su espada, y golpeando a un siervo del sumo sacerdote le cortó la oreja. Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que toman espada, a espada perecerán”.
El Maestro Shantideva dijo: "Cualquier alegría que hay en este mundo toda viene de desear a otros que sean felices, Y cualquier sufrimiento que hay en este mundo, todo viene de desear que yo estuviese contento."
¿Pero qué necesidad hay de decir más? El trabajo infantil para su propio beneficio, Los Budas trabajan para el beneficio de otros. ¡Simplemente mira la diferencia entre ellos!
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