miércoles, 5 de febrero de 2014

“EL SUEÑO PSICOLÓGICO”


“TENEMOS QUE COMPRENDER QUE ESTAMOS DORMIDOS; SI LA GENTE ESTUVIERA DESPIERTA, PODRÍA VER, TOCAR, PALPAR LAS GRANDES REALIDADES DE LOS MUNDOS SUPERIORES; SI LAS GENTES ESTUVIERAN DESPIERTAS, RECORDARÍAN SUS EXISTENCIAS PASADAS; SI LAS GENTES ESTUVIERAN DESPIERTAS VERÍAN LA TIERRA TAL COMO ES REALMENTE. USTED NO ESTÁ VIENDO LA TIERRA TAL COMO ES”.

Las gentes de la Lemuria veían el mundo como es; sabían que el mundo tiene nueve dimensiones (por todo, diríamos), siete fundamentales. Veían el mundo en forma multidimensional; en el fuego percibían a las Salamandras o criaturas del fuego; en las aguas percibían a las criaturas acuáticas, a las Ondinas; en el aire, eran claros para ellos los Silfos y dentro del elemento tierra veían a los Gnomos.

Cuando levantaban los ojos hacia el infinito, podían percibir a otras humanidades planetarias; los planetas del espacio eran visibles para los antiguos, en forma distinta, pues veían el aura de los planetas y también podían percibir a los Genios Planetarios. Pero cuando la Conciencia humana quedó enfrascada dentro de todos esos “Yoes” o agregados psíquicos que constituyen el Ego, entonces se durmió; ahora se procesa en virtud de su propio condicionamiento.

En tiempos de la Lemuria, cualquier persona podía ver, por lo menos, la mitad de un "Holtapannas"; un Holtapannas equivale a cinco millones y medio de tonalidades del color. Cuando la Conciencia quedó metida entre el Ego, los sentidos degeneraron.

En la Atlántida ya tan sólo se podía percibir un tercio de las tonalidades del color, y ahora apenas sí se perciben los siete colores del espectro solar y unas pocas tonalidades. Las gentes de la Lemuria eran diferentes; para ellos las montañas tenían alta vida espiritual; los ríos, para ellos, eran el cuerpo de los Dioses; la Tierra entera era perceptible para ellos, en forma diferente; eran otro tipo de gentes, diferentes, distintas.

Ahora la humanidad, desgraciadamente, ha involucionado espantosamente; por estos tiempos, la humanidad está en un estado de caducidad, y si no nos ocupamos nosotros por auto-descubrirnos, por conocernos, continuaremos con la Conciencia dormida, metida entre todos los “Yoes” que llevamos en nuestro interior.

Los psicólogos, de esta época decadente e involutiva, normalmente creen que tenemos un solo “Yo”, y nada más. 

En la Gnosis se piensa diferente; en la Gnosis sabemos que la ira es un “Yo”, que la codicia es otro “Yo”, que la lujuria es otro “Yo”, que la envidia es otro “Yo”, que el orgullo es otro “Yo”, que la gula es otro “Yo”, etc., etc., etc. 

Virgilio, el Poeta de Mantua, el autor de "La Eneida", dice que "… Aunque tuviéramos mil lenguas para hablar y paladar de acero, no alcanzaríamos nosotros a enumerarlos cabalmente", (¡son tantos!).

¿Y dónde vamos a descubrirlos? Solamente en el terreno de la vida práctica se hace posible el auto-descubrimiento. Cualquier escena callejera es suficiente para saber cuántos “Yoes” entraron en actividad. Cualquiera que entre en acción, hay necesidad de trabajarlo para comprenderlo y desintegrarlo; sólo por ese camino se hace posible liberar la Conciencia; sólo por ese camino es posible el despertar.

A nosotros nos debe interesar, primero que todo, el despertar, porque mientras continuemos así como estamos, dormidos, ¿qué podemos saber de los Misterios de la Vida y de la Muerte? ¿Qué podemos saber de lo Real, de la Verdad?

Para poder uno llegar a conocer a fondo los Misterios de la Vida y de la Muerte, se necesita indispensablemente despertar. Es posible despertar si uno se lo propone; mas no es posible despertar si la Conciencia continúa embotellada entre todos esos “Yoes”, que cargamos en nuestro interior psicológico...

1 comentario:

  1. Si muchas personas supieran de las triadas de las piedras....repetarian mas la tierra...el sueño humanitario es cada vez mas profundo, claro YO no escape a ello...

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