PSICOLOGÍA
Si por alguna parte hemos de empezar a trabajar sobre sí mismos, tiene que ser en relación con la mente y el sentimiento.
¡VENID HACIA MÍ PARA QUE OBTENGÁIS UN CAMBIO PROFUNDO!
¿De qué sirve, por ejemplo, que usted asista a una Sala de Estudios Gnósticos y escuche una serie de cátedras sobre el despertar de la Conciencia si no cambia su forma de pensar? Allí se le entregan muchos ejercicios esotéricos, se le orienta sobre lo que es el Trabajo sobre el Psico-transformismo, pero si no cambia la forma de pensar, ¿de qué le sirve todo lo que allí se les dé? Ahí en ese lugar se le dice que hay que disolver el Ego, que hay que sacrificarse por la humanidad, que hay que crear los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, etc., pero si usted continúa pensando como antes, con los mismos hábitos mentales de otros tiempos, ¿de qué sirve todo lo que está escuchando ahí en esa Sala Cultural? Se le dice a usted, que hay que desintegrar el Ego, pero continúa con sus mismos hábitos mentales, con sus formas y sistemas caducos de pensar, entonces, ¿de qué le sirve la información que se les está dando? En las Sagradas Escrituras se habla muy claramente sobre aquello del "vino viejo" y el "vino nuevo". "Que nadie echaría, por ejemplo (dice El Cristo), vino nuevo en odre viejo, porque los odres viejos se romperían". Así pues que, para el vino nuevo, se necesitan odres nuevos. También dice, el Gran Kabir Jesús, que "a nadie se le ocurriría poner remiendos a ropa vieja, con pedazos de ropa nueva". Verbigracia, o por ejemplo: romper un traje nuevo, para remendar un traje viejo. Eso sería absurdo, ¿verdad?
Así también, esta Nueva Enseñanza Gnóstico-cristiana es el vino nuevo: necesita odre nuevo. ¿Cuál es ese "odre"? ¡Pues la mente! Si no abandonamos las formas caducas de pensar, si seguimos pensando con los hábitos que antes teníamos, sencillamente estamos perdiendo el tiempo. Hay necesidad de cambiar la forma de pensar; para el vino nuevo, odre nuevo se necesita.
Así pues, necesitamos cambiar completamente nuestra forma de pensar, a fin de recibir esta Enseñanza Gnóstica. Ese es el punto grave de la cuestión, porque si recibimos esta Enseñanza y la añadimos a la forma de pensar que teníamos antes, es decir, a nuestros viejos hábitos mentales, pues nada estamos haciendo, nos estamos engañando a sí mismos. Querer enganchar el carro de la Enseñanza Gnóstica, a nuestro viejo carro, todo dañado por el tiempo y lleno de basuras e inmundicias, es engañarnos a sí mismos.
Se trata, antes que todo, de preparar el recipiente (la mente), para recibir el vino de la Enseñanza Gnóstica. Sólo así, con un recipiente nuevo, transformado, con un recipiente verdaderamente magnífico, se puede recibir ese vino de la Enseñanza Gnóstica, y esto es lo que debemos ir comprendiendo.
Necesitamos que las emociones negativas sean eliminadas de nosotros, porque esas emociones negativas, pues, no permiten un cambio de fondo. Es imposible transformarnos si aún poseemos, dentro de nosotros, emociones negativas. Nosotros tenemos que erradicar de nuestro corazón las emociones de tipo negativo, que son verdaderamente perjudiciales en todo sentido. Una persona que se deja llevar por emociones negativas, se vuelve mentirosa en un ciento por ciento.
Auto-observémonos, y observe usted a las gentes: cómo mienten; llevadas por las emociones negativas, lanzan juicios falsos y luego se arrepienten, pero es tarde, ya los lanzaron. Así pues, debemos eliminar de nuestra naturaleza las emociones negativas.
La mentira, ciertamente, es una conexión falsa. Lo normal es que la energía del Padre, la energía del “Anciano de los Días”, es decir, de nuestro Ser Interior profundo, fluya a través de la organización cósmica interior, hasta llegar a la mente. Pero si nosotros hacemos una conexión falsa, ya no puede fluir esa energía. Es como si se cortara el alambre eléctrico, la energía eléctrica, entonces, no llegaría al foco, o a los focos que nos iluminan. Así que la mentira es una conexión falsa. Por lo común, cuando uno se llena de emociones negativas, se torna mentiroso. ¡Esa es la realidad de los hechos! Si usted verdaderamente comprende todo esto, y empieza por cambiar su forma de pensar y de sentir, bien pronto esto se reflejará en sus acciones. Una vez que uno ha cambiado su forma de pensar, sentir y actuar, entonces está perfectamente listo para empezar a trabajar con los Misterios del Sexo, con la clave sagrada de la Suprasexualidad.
Muchos son los sujetos que reciben las Enseñanzas Esotéricas, pero continúan pensando como antes, como pensaban hace veinte años. ¿Qué sucede entonces? ¡Que están perdiendo el tiempo! Si se les da a las gentes la enseñanza para que se Auto-realicen, para que cambien, y continúan pensando como antes, obviamente se marcha muy mal.
EL V. M. Samael Aun Weor, decía al respecto: “Yo conozco hermanitos Gnósticos que tienen veinte y treinta años de estar en las Enseñanzas Gnósticas, y todavía piensan como pensaban como cuando tenían veinte y treinta años de edad. Muy ilustrados, sí; manejan muy bien las ideas, pero si uno les examina detenidamente sus vidas, sus costumbres, verá que son las mismas que tenían antes. Conozco hermanos, hasta muy juiciosos, Misioneros y todo, que platican muy bien sobre la Gnosis, que manejan el Cuerpo de Doctrina en forma extraordinaria, pero los he estado observando y resulta que actúan como cuando no eran Gnósticos; actúan como actuaban hace treinta años atrás, tienen las costumbres viejas que tenían cuando nada sabían de estos estudios, continúan con esas mismas y viejas costumbres. ¿Qué están haciendo esos hermanos, entonces? Se están auto-engañando miserablemente; eso es
obvio”.
Así, pues, hemos de empezar por cambiar la forma de pensar, y después la forma de sentir; poner el vino nuevo, el vino gnóstico, en odres nuevos, no en odres viejos. Una mente decrépita, llena de hábitos viejos, de hábitos de hace veinte o treinta años atrás, no está preparada para recibir el vino de la Gnosis. Una mente así, necesita (forzosamente) pasar por un cambio radical; de lo contrario, se está perdiendo el tiempo miserablemente.
Con todo esto, ¿qué es lo que queremos? ¡Despertar Conciencia! Esa es la verdad, eso es lo que queremos: ¡Despertar! Cada cual tiene una forma de pensar, y cada cual cree que su manera de pensar es la más correcta. Pero, en realidad de verdad, las diversas formas de pensar de cada cual, o de todos en conjunto, de correcto no tienen nada, puesto que están dormidas. ¿Cómo puede pensar correctamente una persona que tiene su Conciencia dormida? Pero todos creemos que estamos pensando correctamente; he allí nuestro error: nuestros hábitos mentales no sirven.
En el mundo oriental no se ignora que la gente está dormida, (nadie lo ignora); pero en el mundo occidental, creemos que estamos despiertos y, sin embargo, hacemos cosas que no queremos hacer; por ejemplo, nos lanzamos a la guerra, pero no queremos ir a la guerra (pero siempre vamos, aunque no queramos). ¿Por qué? Porque tenemos la Conciencia dormida.