sábado, 17 de diciembre de 2011

¿ QUÉ ES LA NAVIDAD ?

Es claro que éste es un evento maravilloso sobre el cual urge meditar profundamente. El sol cada año realiza un viaje olímpico que comienza desde el 25 de Diciembre en adelante, luego regresa otra vez hacia el polo sur, hacia la zona donde está la Antártica; por eso precisamente vale que reflexionemos en su honda significación. Por estos tiempos comienza el frío en el norte, debido precisamente a que el sol se va alejando, hacia las regiones australes y el 24 de Diciembre, el sol habrá llegado al máximo en su viaje hacia el sur; si no fuera porque el sol avanza hacia el norte desde el 25 de Diciembre en adelante, moriríamos de frío. La Tierra entera se convertiría en una mole de hielo y perecería realmente toda criatura, todo aquello que tenga vida.  


Así pues, bien vale la pena que reflexionemos en el acontecimiento de Navidad; el Cristo-Sol debe avanzar para darnos vida, y en el equinoccio de la Primavera se crucifica en la Tierra, entonces madura la uva y el trigo. Es precisamente en la Primavera, cuando debe el Señor pasar por su vida, pasión y muerte, para luego resucitar; la Semana Santa es en Primavera. El sol físico no es más que un símbolo del Sol Espiritual, del Cristo-Sol. Cuando los antiguos adoraban al sol, cuando le rendían culto, no se referían precisamente al sol físico, se le rendían culto al Sol Espiritual, al Sol de la Media Noche,  al Cristo-Sol quien debe guiarnos en los 
Mundos Superiores de Conciencia Cósmica. Todo místico que aprende a funcionar es guiado por el Sol de la Media Noche, por el Cristo Cósmico.Es necesario aprender a conocer los movimientos simbólicos del Sol de la Media Noche, él es quien guía al Iniciado, él es quien nos orienta, él es quien nos indica lo que debemos y no debemos hacer, hablando en el sentido esotérico más profundo. Cuando salimos bien de todas las pruebas esotéricas, Él brilla en su plenitud en el horizonte. El Señor nos orienta en los Mundos Superiores y uno tiene que aprender a conocer sus señales. Dubui –un antropólogo- y muchos otros han estudiado el maravilloso acontecimiento de Navidad, no hay duda y eso lo reconoce Dubui,  QUE TODAS LAS RELIGIONES DE LA ANTIGÜEDAD CELEBRARON LA NAVIDAD; Y  NO ES SÓLO CUESTIÓN DEL CRISTIANISMO ANTIGUO. 
Cuando el sol físico avanza hacia el norte para dar vida a toda la creación, así también el sol de la Media Noche, el Sol del Espíritu, el Cristo-Sol, nos da vida, si nosotros aprendemos a cumplir con sus andamientos. En las Sagradas Escrituras obviamente se habla del acontecimiento solar y hay que saberlo entender entre líneas. Cada año se vive en el Macrocosmos todo el Drama Cósmico del Sol. Téngase  en cuenta que el Cristo-Sol debe crucificarse cada año en el mundo, vivir todo el drama de su vida, pasión y muerte, para luego resucitar en todo lo que es, ha sido y será, es decir, en todo lo creado. Así es, pues, como todos 
nosotros recibimos la vida del Cristo-Sol. También es cierto que cada año el sol, al alejarse por la región Austral, nos deja aquí en el norte, mucho frío, pues él va a dar la vida a otras partes. Las noches largas de invierno son fuertes. En tiempos de Navidad los días son cortos y las noches largas.Vamos reflexionando en todo ésto y conviene que entendamos lo que es ciertamente el Drama Cósmico. Es necesario que en nosotros también nazca el Cristo-Sol, Él debe nacer en nosotros. En las Sagradas Escrituras se habla claramente de Belén y de un establo donde Él nace; ese establo de Belén está dentro de uno mismo aquí y ahora;Precisamente en ese establo interior moran los animales del deseo, todos esos "Yoes" pasionarios que cargamos en nuestrapsiquis, eso es obvio. Belén mismo es un nombre esotérico; en tiempos en que el Gran Kabir Evino al mundo, la aldea de Belén no existía, de manera que eso es completamente simbólico.“Bel” es una raíz caldea que significa “Torre de Fuego”; de manera que propiamente dicho, Belén es Torre del Fuego. ¿Quién podría ignorar que Bel es un término caldeo que corresponde precisamente a la Torre de Bel, la Torre del Fuego? Cuando el Iniciado trabaja con el Fuego Sagrado, cuando el Iniciado elimina completamente de su naturaleza íntima los agregados psíquicos, cuando de verdad está realizando la Gran Obra, indubitablemente, ha de pasar por la Iniciación Venusta; el descenso del Cristo al corazón del hombre, es un acontecimiento cósmico humano de gran trascendencia; tal evento corresponde en verdad a la Iniciación Venusta. Desafortunadamente, no se ha entendido realmente lo que es el Cristo; muchos suponen que el Cristo exclusivamente fue Jesús de Nazareth, y están equivocados. Jesús de Nazareth, como hombre, o mejor dicho, Jeshuá Ben Pandirá como hombre, recibió la Iniciación Venusta, lo encarnó, mas él no es el único que haya recibido tal Iniciación. Hermes Trismegisto, el tres veces grande Dios Ibis de Thot, también lo 
encarnó. Juan el Bautista, a quien muchos consideraban como el Christus, el Ungido, incuestionablemente,recibió la Iniciación Venusta, y lo encarnó. Los Bautistas aseguraban en la Tierra Santa que el verdadero Mesías era Juan, y que Jesús era tan sólo un Iniciado que había querido seguir a Juan. Había por esos días disputas entre los Bautistas, los Gnósticos, Esenios y otros. ¿Debemos entender al Cristo como es? No como una persona, no como un sujeto, el Cristo está más allá de la Personalidad, del Yo y de la Individualidad. Cristo en esoterismo auténtico es el Logos, el Logos solar representado por el sol. Ahora comprenderemos porqué los Incas adoraban al sol, los nahuas le rendían culto al sol, los Mayas lo mismo, los egipcios idénticamente, etc. no se trata de la adoración a un sol físico, no, sino a lo que se oculta tras de ese símbolo físico; obviamente se adoraba al Logos solar, al segundo Logos. Ese Logos Solar es unidad múltiple perfecta. La variedad es unidad. En el mundo del Cristo Cósmico la individualidad separada no existe; en el Señor todos somos uno...Cuando un hombre está debidamente preparado, pasa por la Iniciación Venusta, y en la Iniciación Venusta consigue la encarnación del Cristo Cósmico en sí mismo, dentro de su propia naturaleza. Inútilmente, habría nacido Jesús en Belén, si no naciera en nuestro corazón también; inútilmente habría muerto y resucitado en la Tierra Santa, si no muere y resucita en nosotros también. Esa es la naturaleza del "Salvador Salvandus". El Cristo Intimo debe salvarnos, pero salvarnos desde adentro. Quienes aguardan la venida de Jesús de Nazareth para un remoto futuro, están equivocados; el Cristo debe venir desde el fondo mismo de la Conciencia. Por eso está escrito lo que él dijo: "Si oyeres a alguien diciendo en la plaza pública que es Cristo, no creáis". Es que el Señor no vendrá esta vez desde afuera, sino desde adentro, vendrá desde el fondo mismo de nuestro corazón, si nosotros nos preparamos. Pablo nos aclara diciendo: "De su virtud tomamos todos, gracia por gracia". Entonces, hay documentación; si uno se estudia cuidadosamente a Pablo de Tarso, veremos que rara vez alude él al Cristo histórico; cada vez que Pablo de Tarso habla sobre Jesucristo, se refiere al Jesucristo Interior, al Jesucristo intimo que debe surgir desde el fondo de nuestro Espíritu, de nuestra Alma. En tanto un hombre no lo haya encarnado, no puede decirse que posee la Vida  Eterna, sólo Él puede darnos vida, y dárnosla en abundancia. Así pues, debemos ser menos dogmáticos y aprender a pensar en el Cristo Intimo, seria grandioso...Aquellos que suponen que por el solo hecho de morirse físicamente una persona, ya tiene derecho a la Resurrección de los Muertos, pues son en verdad gentes dignas de compasión, no solamente ignoran, hablando esta vez en el estilo socrático, sino lo que es peor, ignoran que ignoran. La Resurrección es algo que hay que trabajarla, y trabajarla aquí y ahora, y hay que resucitar aquí en carnes y hueso y a lo vivo. La Inmortalidad hay que conseguirla ahora mismo, personalmente; es la forma como se debe considerar todo el Misterio Crístico. Todo el Drama Cósmico en sí mismo es extraordinario, maravilloso, y se inicia, es verdad, con la Navidad del Corazón.hay que entender todo esto en una forma más íntima, más profunda; lo que dice el evangelio sobre el Nacimiento del Cristo no corresponde a un remoto pasado, eso es para vivirlo dentro de nosotros mismos, aquí y ahora. Si nosotros vamos empezando a madurar un poquito, sabremos apreciar mejor el mensaje que el Gran Kabir Jesús trajo a la Tierra. 

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